Ricardo Roa cumple cerca de 10 meses a cargo de la principal petrolera de Colombia: Ecopetrol, la joya de la corona empresarial del país. La cuestión es que este gerente no solo ha tenido que cargar con el peso de la compañía, sino también con múltiples cuestionamientos y supuestos conflictos de interés que se han ido conociendo de a poco, pero, al parecer, sin represalias para el directivo.
La novela tenía más por revelar. Esta vez el periodista Daniel Coronell dio a conocer que miembros de la junta directiva de Ecopetrol también ocupan cargos en una compañía de Serafino Iacono, el mismo empresario que le habría vendido un lujoso apartamento a Ricardo Roa y de quien sería amigo cercano.
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Coronell sostuvo que Aris Mining, minera en la que Iacono tiene una participación relevante y que opera en Segovia (Antioquia) y Marmato (Caldas), anunció el nombramiento de Gonzalo Hernández Jiménez como nuevo miembro de la junta directiva, hace apenas una semana. En dicho órgano directivo también tiene asiento Iacono.
El cuestionamiento es que a su vez ocupa un puesto en la junta de Ecopetrol, donde llegó en octubre de 2022, precisamente bajo el Gobierno de Gustavo Petro.
Y los hallazgos no terminan ahí, pues la directiva de Ecopetrol, Mónica de Greiff, también tiene silla en la misma Aris Mining desde antes de llegar a la petrolera nacional.
El inicio
Todo comenzó con la compra del apartamento. La investigación de El Tiempo, reveló que Roa compró ese inmueble en Bogotá cuatro meses antes de asumir la presidencia de Ecopetrol el 24 de abril de este año.
El lujoso inmueble costó $1.800 millones. El problema es que fue adquirido de la compañía que figura a nombre de Iacono. Ese empresario tiene una participación del 72% en el bloque de gas SN-9 (Sinú 9), ubicado en el departamento de Córdoba. La cuestión es que Hocol, filial del Grupo Ecopetrol ha mostrado interés en adquirir ese bloque gasífero.
De hecho, ya tienen firmado un acuerdo de confidencialidad, evaluando posibles negocios. Por esa razón, se habla de conflicto de interés ante la relación del presidente de Ecopetrol y el empresario.
Lo cierto es que la junta directiva de Ecopetrol será la encargada de determinar si Ricardo Roa, presidente de esa empresa estatal, incurre en algún conflicto de interés, al sostener negocios con el empresario del sector de hidrocarburos, Serafino Iacono.
En caso de que la Junta, donde también tiene asiento Roa, determine que sí se configura el conflicto, entonces apartará al administrador del asunto, tal y como lo dice el Instructivo para la Gestión y Prevención de los Conflictos de Intereses y Conflictos Éticos de Ecopetrol, que reposa en el sitio web de la empresa.
Ese documento expresa que en caso de probarse alguna vulneración a la norma, el señalado podría recibir charlas éticas, terminación anticipada contrato laboral, inhabilidad para funciones públicas, suspensiones, multas, sanciones y hasta prisión. Sin embargo, ahora hay que tener en cuenta que la junta, que hasta ahora ha guardado silencio, alberga a dos empleados de Iacono.
