Luego de 45 años en los que el consumo no térmico se atendía únicamente con gas nacional, Colombia comenzó a importar este combustible para distribuir a industrias y hogares.
La decisión fue comunicada por TPL Gas, filial de TPL Energía, que entró en operación en el tercer trimestre de 2024, y la cual se convirtió en la primera empresa en el país que está autorizada para comercializar gas natural importado en el mercado primario (contratos a largo plazo) y gas natural nacional en el mercado secundario (corto plazo).
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La compañía recibió la primera carga el pasado 29 de noviembre, poniendo a disposición del mercado 40.000 Mbtud (unidad de medida del gas) en firme, el cual lo comenzó a distribuir este primero de diciembre a ocho empresas del país para permitir que sectores como hogares, vehículos y comercio, entre otros, puedan empezar a adquirirlo.
Sin embargo, lo anterior ha causado duras reacciones, en lo que fue considerado como un retroceso para el país en materia energética.
Dificultades y consideraciones
Uno de los primeros en cuestionar la decisión de traer gas importado para atender la demanda no térmica fue el presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Bruce Mac Master.
El dirigente gremial cuestionó las declaraciones del ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, quien afirmó que la llegada del hidrocarburo importado se produce por exigencias del modelo energético nacional, el cual requiere tener a disposición fuentes para garantizar y responder a la demanda producida en todo el país.
En contexto: Ministro de Minas aseguró que cubrimiento de la demanda nacional de gas en diciembre se hará con producción local,
Camacho anotó que “eso no quiere decir que lo vayamos a utilizar porque habilitamos otros mecanismos que flexibilizan el comercio de gas en el país”. No obstante, Mac Master aseguró que el combustible fue comprado para satisfacer la demanda interna, lo cual contradice dichas declaraciones
“Me da pena contradecir a MinMinas, pero el 29 de noviembre, en un barco que arribó a Cartagena, se descargó el gas natural que va a ser despachado para operadores distintos a las térmicas, es decir, ciudadanos, comercio e industria. El despacho diario será de alrededor de 40 millones de pies cúbicos. En otras palabras, la importación ya se hizo y el gas ya está haciendo despachado”, señaló el líder de la Andi.
Agregó que esta situación ya había sido advertida: “El negacionismo siempre termina con una realidad que demuestra la verdad”.
Y es que el inicio de estas importaciones del combustible no solo contrasta con las declaraciones del ministro Camacho, sino también con las del presidente Gustavo Petro y del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, quienes habían asegurado semanas atrás que Colombia contaba con suficiente gas natural para satisfacer la demanda en 2025 y 2026, sin necesidad de importaciones adicionales, excepto las requeridas por las plantas de generación térmica.
Por esto, para el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, “no era cierto afirmar que no tendríamos déficit de gas (...) Pensando al 2026 tendremos que corregir esto como país y acelerar licencias ambientales y consulta a comunidades en proyectos offshore (costa afuera) de gas y firmar nuevos contratos de exploración”.
De hecho, según Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, las cantidades de gas importado van a seguir incrementándose año a año, hasta que entren en operación los descubrimientos del mar Caribe.
¿Subirán las tarifas?
Varios actores del sector energético han venido alertando que la incorporación de gas natural importado, así como de recursos costa afuera al portafolio nacional, provocaría un aumento del 23% en las facturas de los usuarios residenciales —en caso de que el suministro se componga en un 50% de gas local y un 50% de importado mediante contratos de largo plazo—
Alejandro Castañeda, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), comentó que este primer gas importado llegó desde Trinidad y Tobago, con un precio aproximado de 18 dólares el millón de BTU.
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En cuanto a los posibles alzas de precios en las facturas, resaltó que, cuando se compara con el precio del gas que se produce nacionalmente, este sí aumentaría considerablemente.
Desde la óptica de los analistas de Corficolombiana, un alza de 10% en la participación de gas importado para cubrir el suministro esencial, podría incrementar las tarifas hasta 4,2%, generando un impacto en la inflación de 0,04 puntos porcentuales.
Pero, según el director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, César Pabón, “si se llega a depender de un 50% del gas importado, las tarifas serían 21% más altas, generando un efecto de 0,2 puntos en la inflación”.
Cabe recordar que actualmente Colombia no cuenta con la totalidad de gas disponible requerido para 2025, 2026 y 2027: según el Gestor del Mercado de Gas Natural, solo la cantidad de gas en firme para 2025 es de 43,5 GBTUD, frente a una necesidad de contratación de 120 GBTUD, un faltante estimado de 7,5%.
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