Si bien los resultados de la subasta de cargo por confiabilidad, realizada este 15 de febrero, marcó un hito en materia de renovables, pues el 99% de la capacidad asignada provendrá de plantas solares nuevas y el 1% restante fue asignado para plantas térmicas con biomasa, algunos expertos y gremios consideran que esto pondría en riesgo la confiabilidad del suministro de energía en el futuro.
Uno de ellos es la Asociación Nacional de Generadoras (Andeg), la cual considera que la baja asignación de energía firme en esta subasta —que es la que garantiza que se pueda atender a todos los usuarios del país— “menoscaba la firmeza y disponibilidad confiable del suministro y afecta los objetivos de la transición energética”.
“El Gobierno Nacional deberá analizar el balance de energía firme de largo plazo, con el fin de incorporar escenarios adicionales de expansión que permitan asegurar las necesidades del sistema, dado que la mayoría de los proyectos asignados en la subasta son solares y, como es sabido, esta tecnología tiene una intermitencia durante la noche, o no entrega energía durante este periodo, que es donde hay un pico importante de consumo en los hogares. Es justo para esto que se requiere la energía confiable”, recalcó Alejandro Castañeda, presidente del gremio.
Y destacó que es importante tener presente que la generación térmica existente continúa dando el respaldo y soporte para la inserción de renovables en el marco de la transición energética.
Y es que un estudio de la Universidad Nacional y la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), publicado en noviembre del año pasado, ya había advertido los riesgos de que la expansión de la generación no se complementara con tecnologías diferentes a la solar, ya que esto podría generar inconvenientes en cuanto a garantizar el servicio en las horas pico de la noche.
“Las plantas solares y eólicas no ofrecen niveles de energía firme comparables a las plantas hidroeléctricas o térmicas. La generación solar no es soporte para la demanda máxima nocturna. Planificar un margen de potencia permitiría garantizar la disponibilidad operativa. El almacenamiento es una opción”, anotaron los expertos en el informe.
De hecho, en una entrevista pasada con este diario, Natalia Gutiérrez, presidenta de Acolgen, manifestó que “si nos expandimos mayormente con energía solar, para el año 2036 el sistema no podría atender la totalidad de la demanda en las horas de la noche. Y aunque el 2036 suena lejos, recordemos que construir proyectos en Colombia toma más de 5 años y sin las señales adecuadas, podemos llegar a enfrentar ese tipo de dificultades mucho antes”.