Desde la semana anterior los clientes de diferentes negocios del Grupo Nutresa han recibido mensajes y notificaciones en el sentido de que los pedidos que encargaron no podrán ser entregados en los tiempos que habitualmente están estipulados, y que los procesos de cobro, facturación y devolución también observan inconvenientes.
En las diferentes comunicaciones se mencionan “novedades tecnológicas”, “inestabilidad en los sistemas”, “temas internos” y “afectaciones en los servicios de infraestructura de tecnologías de la información”, como las razones para no cumplir los compromisos adquiridos.
Las contingencias empezaron a observarse desde el jueves cuando desde el área de tecnología de la holding de alimentos se envió una alerta señalando un posible ataque ransomware (secuestro de datos) que podría desencadenar bloqueos en aplicaciones web, o en los sistemas de gestión empresarial (SAP) e internet.
El mismo jueves la empresa admitió el evento, y anoche insistió en que no se evidencia un compromiso a la integridad de la información de la organización, sus clientes, proveedores, consumidores y demás grupos relacionados.
“El equipo técnico continúa atendiendo la contingencia a través de la activación de los protocolos y medidas de contención, y la implementación de acciones que permitan el desarrollo de la operación comercial”, se lee en la nota de prensa.
Nutresa aseguró que ninguno de sus negocios productivos (galletas, cafés, cárnicos, chocolates, alimentos al consumidor, helados y pastas) observa dificultades en sus procesos de producción. “Gracias a una adecuada gestión de los procesos de distribución, se ha evitado el desabastecimiento de producto en los mercados que estos atienden”, concluyó el texto.
Desde el sur
Versiones conocidas por este diario apuntan a que el ataque cibernético ingresó por Perú, a través de la filial Compañía Nacional de Chocolates, aunque todavía no se sabe el origen y si este persigue alguna pretensión económica.
Pese al cierre de sistemas que inicialmente se logró ejecutar una vez se detectó el ataque, este logró afectar principalmente las actividades de Meals de Colombia, punta de lanza del negocio de helados de la marca Crem Helado, así como la plataforma Novaventa y, aparentemente, la operación de Tresmontes Lucchetti en Chile.
En la planta de Noel en Guayabal, sur de Medellín, se indicó que la operación y producción de galletas es normal, aunque se anticipó que si hubiera inconvenientes para el despacho de estos productos la capacidad de almacenamiento y bodegaje es alta, a diferencia de lo que podría ocurrir con las actividades de cárnicos y helados, por tratarse de alimentos altamente perecederos en los que el tiempo es crucial.
Ayer, parte de los esfuerzos estaban centrados en estabilizar los procesos con sistemas de computo con acceso biométrico que permitieran unificar todas las áreas de operación y prioritariamente los procesos de producción, calidad, logística, mantenimiento, abastecimiento y distribución.
Al parecer, solo Colcafé, cuya fabrica está ubicada en el sur de Medellín, cerca a La Aguacatala, estaría en capacidad de concentrar estos procesos y desde allí se trataba de habilitar a otros negocios del grupo de alimentos.
En Perú la operación de Nutresa está soportada por más de 750 colaboradores, una planta de producción y su portafolio abarca galletas (Noel, Pícaras, Chin Chin, Ducales), panetones (Winters, Montblanc), golosinas (Olé Olé, Finos, Maxi Maní, Dolce d’leite), bebidas (Cholisto, Zuko, Colcafé), repostería (Cordillera) y snacks (Garnuts, Kryzpo).
Vale anotar que de este listado de marcas, ayer, los enlaces de los portales de Winters y Chin Chin en Perú no permitían acceder a esas web.
Algunos de estos productos se despachan de Perú a mercados de Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Japón, Nicaragua y Panamá. El año pasado esta filial contabilizó ingresos por $341.328 millones, lo que equivale al 2% de los ingresos totales del Grupo Nutresa.
A la expectativa
Los dueños de negocios en Medellín y Bogotá que hace poco hicieron pedidos recibieron durante el fin de semana y ayer lunes una serie de comunicaciones en las que se les informó que por inconvenientes en los sistemas no iban a recibir los productos solicitados.
Ocurrió así con compradores de las diferentes referencias de Crem Helado, mientras que los vendedores de otros productos de Nutresa les explicaban a los tenderos que habría retrasos en las entregas.
A su turno las distribuidoras de Novaventa en Medellín también fueron notificadas, vía mensajes de texto, de atrasos en los pedidos que debieron recibir ayer, y en algunos casos solo les entregaron mercancías que no requerían cadena de frío como cárnicos, derivados lácteos y helados. No obstante, la web de Novaventa aseguraba que sus sistemas funcionaban con normalidad.
Los ataques de ransomware cada vez son más comunes. Según Cybercrime Magazine, la cantidad de dinero que se pierde está en camino a superar los US$6 billones anuales. Si se midiera en el tamaño de una zona geográfica, la ciberdelincuencia sería la tercera mayor economía del mundo después de Estados Unidos y China. Se espera que este delito, que se ha impulsado por el crimen organizado, se mantenga en ascenso. “Por ello las empresas deben estar preparadas, contar con sistemas robustos, como la nube, y plantear estrategias que mantengan sus datos a salvo”, dice Adriana Gutiérrez, directora de canales, Infor América Latina.