El Departamento de Estado de EE. UU. publicó su informe sobre Clima de Inversión 2024, en el que analiza la situación política, social y económica de los países en los que los empresarios de esa potencia pueden estar interesados en hacer negocios, entre ellos Colombia.
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Justamente, en el capítulo sobre el territorio nacional, el Departamento dice que “si bien la inversión extranjera directa se mantuvo fuerte en 2023, la administración de Petro ha impulsado el concepto de soberanía interna en sectores económicos clave”.
Destaca que esto ha creado “altos niveles de incertidumbre dentro del sector privado”, y recuerda que el año pasado la economía del país creció un 0,6%, lo que da cuenta de una fuerte desaceleración luego del repunte de las cifras tras la pandemia.
“Una disminución del 25 por ciento en la inversión (privada), tasas de interés elevadas y un clima empresarial en deterioro contribuyeron a la marcada desaceleración del crecimiento. Los sectores clave, incluidos la construcción, la manufactura y el comercio, experimentaron caídas”, evoca el reporte.
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Calificación, reformas y corrupción
Afirma, además, que actualmente el país no cuenta con el grado de inversión de las agencias calificadoras Fitch y S&P Global Ratings, y que para este año los centros especializados pronostican un crecimiento de 1,4% en el PIB.
Sobre los proyectos legislativos, continúa, “el gobierno también busca reformar los sistemas de salud, trabajo y pensiones, lo que ha causado preocupación entre los inversionistas”.
Así mismo, hace zoom en la corrupción y apunta que “sigue siendo un problema importante”. También da cuenta de que “los inversionistas estadounidenses y extranjeros se quejan de las barreras no arancelarias, regulatorias y burocráticas al comercio, la inversión y el acceso a los mercados a nivel nacional, regional y municipal”.
Llamado a destrabar el crecimiento
En un análisis de este informe, la presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, indicó que se refleja la necesidad de país de generar acciones que permitan impulsar el crecimiento económico y generar empleo formal y de calidad.
Esto, continuó, no solo visto desde lo económico, sino también desde el marco político y social que atraviesa el país, donde la concertación de proyectos de ley de reforma ha incidido en la certidumbre para atraer inversión y crear oportunidades económicas a largo plazo.
“Estamos viendo que tenemos un desafío de crecimiento económico, el cual está frenado y requiere soluciones concretas que aprovechen al máximo el potencial del país. Desarrollar un trabajo de reactivación conjunta con el sector privado es una gran oportunidad para recuperar la confianza y establecer puentes de diálogo”, sostuvo la ejecutiva.