Al vaivén de la política se mueven las decisiones financieras. Y cuando la sensación de incertidumbre crece, hay quienes corren para encontrar un refugio.
Es por eso que través de los años, miles de migrantes han buscado un salvavidas en economías fuertes, como la de Estados Unidos, que siendo la nación más rica del globo, recibe éxodos de “soñadores” todos los días; muchos ilegales y otros con papeles al día.
Latam in USA, una firma consultora, encontró que los colombianos lideraron el escalafón de los ciudadanos latinos que más invirtieron el año pasado en franquicias localizadas en EE. UU., inclusive por encima de mexicanos y brasileños.
Los datos recopilados muestran que, entre 2021 y 2023, aumentó 103% la inversión colombiana en franquicias gringas: para 2021 se rastrearon 300 compras, mientras que el año pasado ya se registraban unas 610.
“En medio de la incertidumbre que en este momento vive Colombia, vemos que cada vez crece el número de personas que deciden invertir en otros países”, señaló Edgar Pulido, director internacional de Latam en USA.
Tal como lo dice la canción del dominicano Juan Luis Guerra: la gente está buscando visa para un sueño; en este caso, con un negocio que les daría la posibilidad de quedarse legalmente.
Opción de US$150.000
De acuerdo con la firma citada arriba, en 2023 se mapearon más de 3.500 franquicias en EE. UU., repartidas en más de 75 industrias y las estadísticas arrojan que se abre una nueva cada 8 minutos.
Los connacionales que están llegando a ese mercado tienen perfil de pequeño empresario y es lógico, dado que la inversión mínima para conseguir la visa E-2 va desde los US$150.000, que al cambio de hoy serían $588 millones.
Pese a que no hay datos desagregados, las cifras disponibles permiten entender que muchos de los que se van, liquidan negocios en Colombia para poder invertir en EE. UU., una noticia que no le cae bien al mercado laboral aquí, pero el escenario macro no les ha dejado otro camino a quienes se sienten asfixiados con tributos y una tasa de cambio muy sensible.
John Isaza, es el fundador de Fígaro, una marca de barberías con la que está operando en Colombia y EE. UU. Él reconoció que la incertidumbre política es real; hizo notar que en el país recientemente se aprobó una reforma tributaria y se sigue tramitando una laboral; debates que se traducen en reglas cambiantes de juego e impiden al emprendedor hacer cálculos frente a los costos y posibles retornos.
“Hace más de ocho años vendo franquicias en Colombia, yo vendía un promedio de 10 al año, pero en 2023 apenas vendí tres. Es innegable que hay un temor, que mucha gente está aplazando decisiones de inversión”, comentó.
Desde su óptica, la dinámica económica actualmente es compleja y la caída en la venta de vivienda, de carros y otros bienes durables son la muestra de ese apretón que pone lenta la circulación del dinero para todos.
Juan Remolina es otro emprendedor que tuvo hasta 120 puntos para lavado de autos en Colombia; él también tomó la decisión de poner su capital en EE. UU.
Dice que ha logrado sacar adelante el emprendimiento, de hecho, ya maneja dos marcas enfocadas en ese mismo servicio en el país norteamericano y se convirtió en un franquiciante.
Quienes ya se posicionaron han atestiguado que llegan otras personas interesadas en invertir, especialmente aduciendo que no están encontrando certeza jurídica y tributaria aquí.
Un rostro a las cifras
De acuerdo con Migración Colombia, la saida de ciudadanos locales hacia el exterior totalizó 5,1 millones el año pasado, y a EE. UU. se dirigieron 1,5 millones de compatriotas. O sea que ese país recibió el 30% de todos los que salieron, aunque hay que precisar que los motivos son diversos: turismo, educación, residencia y negocios están entre los principales.
De acuerdo con el Dane, en el tercer trimestre de 2023, la inversión privada había caído 33% en Colombia, y en contraste Latam en USA encuentra que los colombianos están llevando capital a un negocio como el de las franquicias.
¿Es una señal? Los expertos no certifican que parte de la inversión aplazada aquí se esté moviendo hacia allá, pero sí entienden que hay un aumento sustancial en el apetito por EE. UU., un mercado que muchos califican como más agresivo, pero que ofrece una cancha más equilibrada para quienes se animan a abrir un negocio.
Eso sí, los dos inversores que hablaron con este diario advirtieron que muchas firmas jurídicas se pueden aprovechar del relativo afán que tienen los aspirantes a invertir en EE. UU., por ello recomendaron a quienes estén pensando en colocar su capital afuera que verifiquen bien quién los asesorará.
¿Por qué puede estar aumentando el apetito en el clásico modelo de las franquicias?
Una de las explicaciones que entregó Leo Roth, CEO de Latam en USA, apunta a que las franquicias son un negocio más conservador y tienen mejor tasa de supervivencia. Lo que esta firma ha observado indica que quienes llegan a empezar una marca desde cero corren más riesgo de perder la inversión en activos y cuando la empresa fallece las visas se cancelan. Datos del mercado indican que en Estados Unidos también hay franquicias low cost que requieren inversiones desde USD $5.000. Pero, según la firma consultora, la mayoría de los inversionistas colombianos que buscan un negocio rentable y la posibilidad de radicarse en Estados Unidos, eligen franquicias con valores cercanos a los USD$150.000, que es el monto aconsejado por los abogados de inmigración para obtener una visa E-2. Los expertos en esta área mencionaron que el retorno de inversión, va de los 3 a los 6 años dependiendo del rubro y factores como la ubicación y el desarrollo del negocio. Sin embargo, advirtieron que siempre hay riesgos.