“El papa Francisco recibió en privado a sus majestades el rey Carlos y la reina Camila este mediodía” de miércoles, indicó el Vaticano en un comunicado.
“Durante este encuentro, el papa expresó sus mejores deseos a sus majestades con motivo de su aniversario de bodas, y le deseó una pronta recuperación” a Carlos III, quien sufre de cáncer.
Por su parte, un portavoz del palacio de Buckingham dijo que “sus majestades estaban encantados de que el papa estuviera lo suficientemente bien como para recibirlos y de que pudiera expresarles sus mejores deseos en persona”.
El rey británico lleva más de un año de tratamiento por un cáncer cuya naturaleza no ha sido revelada. Después de experimentar los “efectos secundarios” de su tratamiento, el monarca de 76 años fue hospitalizado brevemente el 27 de marzo y guardó reposo unos días antes de retomar sus compromisos el 1 de abril.
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Carlos III, gobernador supremo de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, iba a reunirse el martes con el pontífice, pero la cita fue cancelada por “común acuerdo” con la Santa Sede debido a la salud del papa, señaló a finales de marzo el palacio de Buckingham.
El papa quiso pasar de incógnito en la basílica de San Pedro
Horas después de su encuentro privado con Carlos y Camila, el papa Francisco volvió a sorprender a sus fieles con una sorpresiva salida en público pese a que aún se recupera de la neumonía bilateral que lo tuvo hospitalizado por más de un mes.
Y es que el papa quiso pasar de incógnito en medio de la multitud que se congregaba este jueves al mediodía en la basílica de San Pedo, en el Vaticano, para orar frente a la tumba de Pío X, pero no tuvo mucho éxito.
En varios videos que ya circulan en redes sociales se observa como el sumo pontífice es llevado en una silla de ruedas vestido informal, es decir, no portaba su tradicional sotana. En cambio, lució pantalones oscuros, una camiseta y una manta, además de las cánulas nasales de oxígeno que por ahora le permiten respirar mejor.
Esta es la segunda vez en menos de una semana que Francisco sorprende a la comunidad católica con una salida inesperada. El pasado domingo, 6 de abril, apareció por sorpresa en la plaza de San Pedro para saludar y bendecir a los fieles.
“Buen domingo a todos. Muchas gracias”, afirmó el papa, de 88 años, con una voz frágil, pero más audible que cuando salió del hospital el 23 de marzo.
Afectado de la voz por su cuadro de salud, no pudo pronunciar ni la homilía ni el Ángelus, por eso, monseñor Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, leyó las palabras de Francisco en las que aseguró que “no es fácil” estar enfermo, pero es una “escuela” en la que se aprende a amar y ser amado.
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“Queridos hermanos y hermanas enfermos, en este momento de mi vida comparto mucho con ustedes: la experiencia de la enfermedad, de sentirnos débiles, de depender de los demás para muchas cosas, de tener necesidad de apoyo”, sostuvo el papa en su homilía escrita.
Jorge Mario Bergoglio pasó más de cinco semanas en el hospital Gemelli de Roma.