A la Federación Nacional de Cafeteros le llegó la hora de apretarse el bolsillo: Germán Bahamón, gerente de gremio, anunció el comienzo de una estrategia de austeridad, que irá acompañada de medidas adicionales buscando mejorar la eficiencia de los cafeteros.
Estas decisiones, que acompañan el proceso de transformación de la Federación, tendrán como meta reducir en 20% en los gastos de la sede de Bogotá.
Dentro de este propósito, se han eliminado siete cargos directivos, así como gastos superfluos como afiliaciones a clubes sociales y suscripciones de televisión satelital, entre otros, que le costaban a la Fedecafé $500 millones al año.
Asimismo, se realizará la reacomodación de cargos administrativos que en adelante funcionarán para toda la Federación, enfocados en metas específicas que favorezcan la venta de café a los mejores precios en el exterior.
“En el proceso de selección presenté a los cafeteros mi visión sobre la Federación, indiqué que uno de los retos y propósitos sería hacer sostenible el gremio y la austeridad, además de un clamor cafetero, es un elemento fundamental para ese propósito”, expresó Bahamón.
Agregó que, luego de más de 30 años de concluida la época del Pacto de Precios en la que el café tuvo la oportunidad de traer progreso al país, la organización ha sufrido variaciones estructurales de mercado que “nos impactan directamente, en tal sentido, llegó el momento de preparar al gremio para concluir sus primeros 100 años y proyectarlo para los siguientes”.
Estos movimientos se dan luego de que el presidente Gustavo Petro cuestionara los gastos de la Federación.
El mandatario se refirió, semanas atrás, a los recursos que se estarían pagando en arriendos de oficinas en New York y Tokio, los cuales, dijo, no benefician a los cafeteros del país.
“¿Cuánto vale un arriendo cerca Wall Street? Se volvió servicio de ustedes, y eso no puede ser. Tenemos una Federación que vive como en la vieja época del café y un mundo de cafetero que está empobrecido”.
El remezón
En los primeros movimientos dentro de esa “remodelación” de los estatutos y la reestructuración del organigrama de la entidad, Bahamón suprimió los cargos de dos asesores de la gerencia, del presidente de las oficinas de Nueva York, del subgerente de Almacafé y tres direcciones de la sede Bogotá —Comunicaciones, Financiera y Desarrollo Social—.
Estas tres últimas, según conoció EL COLOMBIANO, eran las encargadas de hacer alianzas nacionales, internacionales y una general de proyectos, pero ahora quedaron suprimidas en una sola dirección de Alianzas y Proyectos.
El dirigente de los cafeteros también aceptó la renuncia de Juan Esteban Orduz, quien fungía como presidente de las oficinas de Nueva York, cargo que, además, no será renovado. Ahora, la gestión en la gran manzana será exclusivamente comercial: debe potenciar la venta de café verde, café tostado y café liofilizado en los Estados Unidos.
Adicionalmente, Bahamón solicitó al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, adelantar los trámites legales para presentar al Comité Nacional las alternativas de venta de los inmuebles en Nueva York y Tokio, y así mejorar los ingresos del Fondo Nacional del Café de cara a atender las necesidades de la caficultura.
“La reducción de 20% de los gastos operativos, menos cargos directivos, más cercanía a las regiones y eliminamos gastos superfluos, por lo que los cambios en la FedeCafeteros están en marcha y la austeridad se volverá cultura. La transformación de la FNC ha comenzado”, recalcó Bahamón en su cuenta de X.