Pese a los constantes llamados para proteger la fauna silvestre y no tenerla en cautiverio, se siguen presentando casos de ciudadanos inescrupulosos e irresponsables que encierran y comercializan animales que no son domésticos, algunos en peligro de extinción, lo que afecta los ecosistemas y causando daños ambientales graves.
En las últimas horas, las autoridades de Medellín realizaron un operativo en el corregimiento San Antonio de Prado, en el que recuperaron 14 especies silvestres y exóticas que estaban en cautiverio en una residencia y que, al parecer, pretendían comercializar en el Valle de Aburrá.
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El procedimiento lo hicieron conjuntamente integrantes del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva), la Policía Ambiental y el grupo Gelma del CTI de la Fiscalía, quienes encontraron y recuperaron 12 tarántulas, algunas de ellas endémicas y en peligro de extinción, dos alacranes, una rana pacman y un réptil conocido como gecko.
Álvaro Andrés Zapata, líder de Vigilancia Ambiental del Amva, señaló que la localización de la vivienda donde tenían las especies se dio gracias a inteligencia de las autoridades, con lo cual también pudieron capturar a un hombre, presunto responsable de tener a los animales en esas condiciones.
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El sujeto fue trasladado a las instalaciones de la Fiscalía General de la Nación donde deberá enfrentar el proceso por este caso y las acciones legales que puedan emprenderse en su contra como presunto responsable de los delitos de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales renovables y el tráfico de fauna silvestre.
Según la investigación que hasta el momento se había adelantado, el hombre habría tenido la intención de vender estas especies en distintos lugares del área metropolitana. Para garantizar su, protección y evaluar el estado real en el que se encuentran, los animales fueron trasladados al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CAVR), donde reciben atención especializada.
Zapata también reiteró el llamado a los ciudadanos para que eviten sacar de sus hábitats a especies de fauna silvestre, pues no solo se ponen en peligro y pueden sufrir daños irreversibles, sino que también se afectan los ecosistemas. En el caso de las especies recuperadas en San Antonio de Prado se trata de controladoras de plagas e insectos, un proceso natural que garantiza la conservación de los ecosistemas.
Asimismo, las autoridades recordaron que la tenencia, comercialización o transporte de fauna silvestre es un delito ambiental que puede tener consecuencias graves en materia de multas y hasta sanciones penales. Por ello, el llamado es a las comunidades también para que denuncien de inmediato ante las entidades ambientales o la Policía los casos en los que vean que un animal esté en riesgo o sufra cualquier tipo de maltrato.