Según el Ideam (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales), el fenómeno de El Niño podría hacer de 2023 uno de los años más cálidos en décadas para el país, con un impacto más evidente en el último trimestre del año. Sin embargo, en los últimos días se han presentado intensas lluvias en el Valle de Aburrá.
La persistencia de lluvias, a pesar de que se habla de la presencia del fenómeno, se debe a la complejidad de los patrones climáticos. Es decir, aunque se ha informado sobre la presencia de El Niño, los ciclos de lluvia en el país pueden no ser uniformes en todas sus regiones.
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El fenómeno de El Niño generalmente se asocia con un aumento de la temperatura superficial del mar en la región tropical del Pacífico, lo que puede tener un impacto en los patrones climáticos en diferentes partes del mundo. Sin embargo, estos efectos no son siempre inmediatos ni uniformes. La influencia de El Niño puede variar según la intensidad y la duración del fenómeno, así como otros factores climáticos locales.
“Debido a que “El Niño” modifica el patrón normal de las condiciones meteorológicas, provoca otras alteraciones climáticas”, explicó la Estrategia Internacional de Reducción de Desastres (EIRD).
El Ideam ha señalado que este contraste entre las lluvias actuales y la presencia de El Niño se debe a la variabilidad natural del clima. Además, las lluvias también se consideran como un periodo de transición mientras el fenómeno de El Niño se instala.