Las dos menores de edad víctimas de explotación sexual en el caso de Timothy Alan Livigston, ocurrido en el Hotel Gotham, de El Poblado, se evadieron de centros de protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) en el nororiente de Medellín, según confirmó la institución.
El pronto accionar del personal de este lugar permitió que una de ellas fuera encontrada, mientras que la otra aún permanece con paradero desconocido.
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Así lo confirmó una fuente cercana al proceso, quien explicó que los hechos ocurrieron entre el sábado y el lunes en los lugares donde se avanza el proceso de restablecimiento de derechos, luego de que las hallaran dentro de ese hotel el pasado 29 de marzo, en compañía de este turista estadounidense.
Otra fuente también dijo que la niña que permanece por fuera del centro de protección sería la menor de 13 años, que salió sin autorización del centro de protección este lunes, mientras que la de 12 años ya está de nuevo bajo custodia de las autoridades.
“El mismo sábado la defensora de familia emprendió la búsqueda y pudo retornarla al lugar de protección y allí permanece en tanto el personal profesional actúa para el restablecimiento de sus derechos”, contó una de las personas que pidió reserva.
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Explicaron desde el Icbf que si bien las menores de edad estaban de manera voluntaria en el lugar, luego de que la Policía las encontrara en el apartahotel Gotham tras presuntamente ser víctimas de explotación sexual, fueron trasladadas a otros establecimientos que son operados por entidades externas a Instituto, de manera que no estaban en el mismo lugar.
Cuando se presentan estos casos, en los que hay menores victimizados o con vulneración de derechos, la ruta normal señala que primero deben pasar por una atención inicial en salud, que comprende tanto evaluación médica como psicológica y nutricional. Luego, dependiendo la manera como fueron canalizadas hacia las autoridades de protección de infancia y adolescencia, se determina si van a un hogar sustituto o a uno de los internados que operan entidades particulares al servicio del Icbf.
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En el caso de las dos menores de este episodio, el camino que se decidió inicialmente por los defensores de familia fue el de hospedarlas en internados. Desde entonces, la información relacionada con ellas se maneja con total hermetismo y solo se ha explicado desde las instituciones oficiales que están pasando por el proceso para restablecerles sus derechos. Tampoco se han revelado detalles de la manera como se evadieron ni de la forma como fue recuperada una de ellas.
El anuncio de la evasión de las dos niñas se conoció horas antes de que las menores rindieran testimonios sobre lo ocurrido con el ciudadano estadounidense Timothy Alan Livigston, quien permanece prófugo de las autoridades colombianas y sobre este ya pesa una orden de extradición.
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Un trabajo complejo
La directora nacional de Icbf, Astrid Cáceres, reiteró que se mantiene un trabajo conjunto con los familiares de ambas menores y que ellas manifiestan que permanecer en el programa de protección les estaría perjudicando su futuro.
“Las niñas sienten que su futuro se los estamos dañando, todavía está el tema de la vinculación con estas redes es muy fuerte”, señaló Cáceres luego de conocerse la situación con ambas menores.
Por eso afirmó que dentro del trabajo que realizan buscan explicarle a las menores que están siendo instrumentalizadas por las estructuras delincuenciales y que antes con ellos no van a tener futuro alguno ni van a poder materializar sueños como el de estudiar veterinaria que tienen ambas, según explicó la funcionaria.
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Las autoridades, por su parte, avanzan en las labores de investigación sobre estas menores, quienes estarían residiendo en un apartamento, al parecer, bajo custodia de estructuras criminales. Hasta el momento, solo la madre de una de ellas ha hecho presencia ante las autoridades para esclarecer lo que venía ocurriendo con su hija.
Livingston había ingresado tres veces a Colombia y vivía en Fort Lauderdale con su compañera sentimental. Se desempeñaba como pintor y tenía ingresos de las obras de arte que realizaba.
La referencia que tenía en su pasaporte, del cual se hizo mención al momento de iniciarse la investigación, estaría relacionada con el delito de porte y tráfico de estupefacientes en Estados Unidos, por lo que ya pagó 24 meses de prisión.
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