Tras una larga jornada de búsqueda y rescate en la región de Bélgorod en Rusia –en frontera con Ucrania–, después de que su avión militar ll-76 se accidentara con 74 personas a bordo, 65 de ellas al parecer prisioneros de guerra ucranianos, uno de los equipos que apoya estas labores, encontró este jueves 25 de enero, las cajas negras de la aeronave.
“Según datos preliminares, el estado de ambas cajas negras permitirá descifrar todo. Serán transportadas en un vuelo especial a un laboratorio del Ministerio de Defensa (en Moscú), donde se procederá al análisis de su contenido”, dijo un portavoz de emergencias a la agencia de noticias TASS.
Sobre el hallazgo, algunos medios locales también han detallado que estas fueron encontradas en la cola del avión, mientras inspeccionaban entre los restos de que dejó el accidente aéreo.
Además de los soldados ucranianos, dentro de la tripulación también se encontraban tres escoltas y seis personas al servicio del avión.
De acuerdo con informaciones entregadas por Moscú, dentro de ese avión se encontraban varios de los prisioneros ucranianos que serían canjeados por soldados rusos, capturados en medio de los combates. Rusia también responsabilizó a las fuerzas militares de Kiev de derribar el avión con un misil antiaéreo.
El Kremlin también calificó en las últimas horas de “acto monstruoso” al accidente aéreo, y señalo que los intercambios de prisioneros quedan “en entredicho”. Sin embargo, el jefe del Comité de Defensa de la Duma –la cámara de diputados rusa–, Andréi Kartapólov, sigue convencido de que los canjes deben continuar, porque Rusia “no puede abandonar” a sus soldados.
“Hablaremos (con Ucrania) partiendo de la realidad, los sucesos que pasen y conscientes del tipo de gente con la que tratamos”, afirmó.
El último canje entre Rusia y Ucrania se llevó a cabo el 3 de enero, cuando Kiev le entregó 248 militares rusos a Moscú, a cambio de 230 soldados ucranianos.
