Rusia se niega a ceder en su intención de someter a cómo dé lugar a Ucrania, país que invadió hace más de un año sobre el cual despliega sangrientas operaciones militares. Y este fin de semana, como un aviso de que la presión de Occidente lo tiene sin cuidado, Vladimir Putin sacó a uno de sus grupos de artillería de guerra más poderosos para demostrar que aún tiene músculo militar para atacar y defenderse.
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El anuncio lo hizo el propio ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, quien reveló que la flota en el Pacífico, en pleno acercamiento a China y en medio de tensiones con Occidente, comenzó una serie de maniobras castrenses. Este mensaje fue una sorpresa para varias potencias occidentales, incluyendo a Estados Unidos.
Shoigú dijo que, por orden del presidente Putin, la flota rusa del Pacífico –con base en Vladivostok, en el Extremo Oriente del país–, trabaja en ejercicios de combate en zonas marítimas “cercanas y lejanas”.
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Durante este tipo de ejercicios, esta flota se entrenará para “repeler ataques aéreos masivos”, “buscar y destruir submarinos”, así como realizar disparos de torpedos, cañones y misiles. Esta información la hizo pública Shoigú durante una reunión con altos oficiales rusos.
Según el Ministro de Defensa del Kremlin, las maniobras tienen el objetivo de “reforzar la capacidad de las fuerzas armadas para repeler agresiones”. El almirante Nikolái Evménov, quien dirige toda la flota rusa, es el encargado de supervisar los ejercicios.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, afirmó que las maniobras “no están relacionadas” con la presencia de la OTAN en Asia-Pacífico, donde hay tensiones entre China y Estados Unidos.
“Es un entrenamiento rutinario del ejército, un desarrollo de nuestras fuerzas armadas, una inspección de su preparación para el combate”, dijo, añadiendo que “no está previsto” por el momento que Putin asista a las maniobras.
En este contexto, justo cuando Rusia le vuelve a mostrar los dientes a Estados Unidos con estos ejercicios navales –con el presunto apoyo de China–, desde Europa salieron a pedirle a Pekin que abogue por el fin de la invasión. Lo que pidieron desde el viejo continente es que fuerce a Moscú a un diálogo con Kiev.
En efecto, la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, instó a China a pedir al “agresor ruso” que detenga la guerra en Ucrania. Dijo que “ningún otro país tiene más influencia sobre Rusia”.
La jefa de la diplomacia alemana –durante una rueda de prensa en Pekín junto al ministro de Relaciones Exteriores chino, Qin Gang– declaró: “Me pregunto por qué la postura china no incluye hasta ahora una petición al agresor ruso para que detenga la guerra”.
Según Baerbock, la reciente visita a Moscú del presidente chino, Xi Jinping, demuestra que “ningún otro país tiene más influencia sobre Rusia que China y que la decisión de utilizar esta influencia afecta directamente a los intereses esenciales de Europa”.
“Del mismo modo que China ha trabajado con éxito por un equilibrio pacífico entre Irán y Arabia Saudita, queremos que China presione a Rusia para que ponga fin de una vez a su agresión”, añadió la ministra, que realizó este fi de semana su primera visita al gigante asiático.
Tras esta reunión, China anunció que su ministro de Defensa, Li Shangfu, llegó a Rusia este domingo y se quedará hasta el martes para reunirse con su homólogo ruso, Serguéi Shoigú, para abordar “la cooperación bilateral en el ámbito de la defensa, así como cuestiones de seguridad” .