La búsqueda del sumergible que desapareció después de ingresar a las profundidades del Atlántico Norte para explorar los restos del Titanic terminó este jueves con una noticia fatal: los cinco pasajeros que estaban a bordo fallecieron tras la implosión de la nave. La Guardia Costera confirmó la noticia tras el hallazgo de cinco partes principales del submarino.
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“Los restos son consistentes con una catastrófica pérdida de presión de la cámara” del Titan, cuya comunicación se perdió el domingo, dos horas después de haber iniciado la inmersión con cinco personas a bordo, anunció el contraalmirante del servicio de Guardacostas, John Mauger, que transmitió el pésame a las familias.
A bordo viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman -ambos también con nacionalidad británica-; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible, y que cobraba 250.000 dólares por turista.
En la mañana de este jueves, un ROV, un vehículo a control remoto, encontró la cola cónica del sumergible en el lecho marino a menos de medio kilómetro del Titanic, explicó Mauger en una conferencia de prensa.
Poco antes, los Guardacostas anunciaron el hallazgo de un “campo de restos”, que debían ser evaluados por los expertos. La búsqueda, en la que participaron barcos, robots y aviones, había entrado el jueves en una fase crítica una vez transcurridas las 96 horas de oxígeno de emergencia de que disponía el sumergible Titan de la empresa OceanGate Expeditions.
Pese a que la cuenta atrás había prácticamente concluido, los rescatistas mantuvieron las esperanzas. “Seguimos viendo en casos particularmente complejos que la voluntad de vivir de las personas también debe tomarse en cuenta”, dijo al programa Today de NBC el contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera estadounidense, antes del desolador hallazgo.
Según la información que entregada por la Guardia Costera, el hallazgo es consistente con una implosión catastrófica, lo que significa una rotura y hundimiento por presión exterior.
El barco nodriza Polar Prince, de la compañía canadiense Horizon Maritime, perdió todo contacto con el sumergible menos de dos horas después de haber iniciado una inmersión que debería haber durado unas siete horas.
La detección de ruidos bajo el agua en la zona de búsqueda en los últimos días reavivó la esperanza de encontrar al sumergible y centró la búsqueda de los barcos y aviones que participan en el dispositivo cerca del pecio del Titanic.
Una decena de naves de varios países, entre ellos Canadá, Estados Unidos, Francia, así como de empresas privadas, y vehículos de control remoto (ROV, por sus siglas en inglés) formaron parte del dispositivo internacional de búsqueda.
El desenlace, aunque catastrófico, no es sorprendente. Todo el mundo conoce el peligro de la expedición, dijo Mike Reiss, guionista de televisión que visitó el pecio del Titanic en 2022, a la BBC.
“Firmas un documento antes de subir y en la primera página se menciona la muerte tres veces”, aseguró, tras recordar que en la inmersión a aguas tan profundas “la brújula dejó de funcionar inmediatamente y empezó a dar vueltas”, lo que hizo que se tuvieran que mover a ciegas en la oscuridad del océano para buscar el trasatlántico hundido en su viaje inaugural entre la ciudad inglesa de Southampton y Nueva York en 1912, en el que murieron 1.500 de las 2.224 personas que viajaban a bordo.
Desde que fueron descubiertos los restos del Titanic en 1985 a 4.000 metros de profundidad, el área se ha convertido en lugar de peregrinación de buscadores de tesoros y turistas ávidos de emociones fuertes.