A tan solo unas semanas de que se celebren las elecciones presidenciales en Venezuela el próximo 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de ese país introdujo una nueva norma electoral que obligaría a la oposición a mover sus fichas con los testigos electorales.
La resolución, que fue publicada el pasado 20 de junio, establece que solo podrán actuar como testigos de mesa aquellos electores que hayan votado en el mismo centro de votación.
La ley establecía que, para ser testigo electoral, se requería ser elector o electora, saber leer y escribir, y no ser funcionario del CNE ni agente de inscripción o actualización de datos del Registro Electoral.
Pero, el documento del CNE reza que “los testigos de mesa electoral deberán estar inscritos en el centro de votación en el cual se halle localizada la mesa electoral correspondiente”.
Con esta medida, en vísperas de los comicios electorales, la entidad estaría limitando la capacidad de los partidos políticos para conformar sus testigos.
Por lo que según fuentes de la Plataforma Unitaria Democrática, principal partido de la oposición, “sostienen que (aunque tienen ubicados a 92% de los testigos necesarios) la imposición de este nuevo requisito puede provocar que se pierdan hasta 40% de los testigos ubicados (que se habían comprometido a trabajar como testigos en mesas diferentes a donde votan)”, resaltó el periodista venezolano especializado en política, Eugenio Martínez.
Sin embargo, los partidos políticos aún cuentan con tiempo para, a última hora, ajustar quiénes serán sus testigos, pues el proceso de acreditación comienza el 28 de junio hasta el 27 de julio.