Liz Truss, que ha anunciado su dimisión 45 días después de ser designada como primera ministra británica por la reina Isabel II, ha sido la jefa de Gobierno más breve en la historia del Reino Unido.
Truss avanzó este jueves en una comparecencia frente a Downing Street que su sucesor será elegido durante la próxima semana. “Reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato para el que fui elegida por el Partido Conservador. He hablado con su majestad el rey para decirle que renuncio como líder del Partido Conservador”, dijo en un breve mensaje a las puertas de su residencia en el 10 de Downing Street.
Truss abrió su declaración con una referencia al “momento de gran inestabilidad económica e internacional” en la que llegó al cargo, que asumió el pasado 6 de septiembre tras vencer en unas primarias de su partido.
En las últimas horas, el número de diputados conservadores que pedían su dimisión se había disparado, lo que hacía prácticamente insostenible su continuidad al frente del Ejecutivo.
Truss estaba en la cuerda floja desde que el pasado 23 de septiembre, la presentación de su plan fiscal, con una masiva bajada de impuestos, había sembrado el caos en los mercados y despertado la desconfianza en la economía británica.