Juliana Farides Salas ha liderado junto a la organización Madres contra Conductores Ebrios (MADD por sus siglas en inglés) la implementación de la ‘Ley Halt’, con la cual se exigiría la implementación de nuevas tecnologías en autos para evitar que personas conduzcan bajo efectos del alcohol. Su iniciativa ya fue aprobada en el Congreso de Estados Unidos y estaría a unos pasos de ejecutarse.
En agosto de 2022, la vida de la colombiana Juliana Farides cambió en cuestión de segundos, pues su hijo falleció luego de un choque en Nueva York que fue provocado por una persona ebria que manejaba a más de 119 millas por hora, es decir, algo más de 190 kilómetros por hora.
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De acuerdo a la declaración de Farides a medios estadounidenses, su hijo estaba en la silla de la parte posterior del auto y su padre era quien conducía, pero el conductor que estaba en estado de embriaguez impactó el carro y su hijo murió productos de las heridas ocasionadas. Esto fue el 24 de agosto de 2022 y, según el relato de Juliana, los órganos de él fueron donados para salvar la vida de tres personas.
Debido a lo sucedido y con la convicción de que nadie más viviera la tragedia que ella vivió, Juliana se unió a la organización Madres contra Conductores Ebrios, la cual existe desde 1980 y busca reducir el número de muertes a causa de las personas que conducen bajo los efectos de alucinógenos o el alcohol.
Gracias a las acciones de Juliana desde el movimiento MADD, el 15 de noviembre del 2022 se aprobó en el Congreso de Estados Unidos una legislación que le permite al gobierno federal exigir que todos los vehículos nuevos estén equipados con tecnología inteligente que detecte el “tufo” o aliento alcohólico e inmediatamente detenga la marcha del auto.