Trump lleva a cabo una operación contra la inmigración ilegal mediante redadas en varias ciudades y la revocación de las vías legales migratorias de su predecesor Joe Biden.
Desde que asumió el cargo, el 20 de enero se detuvo a más de 8.000 migrantes en situación irregular, de los cuales se ha dejado en libertad a 461 por diferentes motivos, explicó la portavoz de la Casa Blanca.
“Es menos del 6% y hay razones” como “la falta de una probabilidad significativa de expulsión en el futuro”, la escasez de instalaciones de detención y “otras condiciones médicas graves”, dijo.
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“Pero ninguna de ellas tiene órdenes de deportación definitiva” y muchos “probablemente están impugnando su estatus migratorio”, precisó la portavoz.
La prisión de la bahía de Guantánamo fue inaugurada en 2002 como parte de la “guerra contra el terrorismo” declarada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Desde entonces se ha utilizado para retener indefinidamente a prisioneros capturados durante guerras y otras operaciones.
Por Guantánamo han pasado cientos de prisioneros acusados de terrorismo, incluidos algunos miembros de Al Qaida.
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También se ha utilizado para recluir a solicitantes de asilo y refugiados interceptados en el mar. En la década de 1990 se utilizó para alojar a decenas de miles de haitianos y cubanos que huían de las crisis en sus países de origen.
Algunas asociaciones denuncian el trato que reciben los migrantes en Guantánamo, basándose en testimonios que aseguran que se vigila a los migrantes cuando llaman a un abogado, les obligan a ponerse gafas de sol durante el transporte y las instalaciones están llenas de ratas debido a las deplorables condiciones de higiene.
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