Luego de las dificultades que enfrentaba el acuerdo entre Israel y Hamás, el gabinete de seguridad de Israel aprobó el acuerdo de tregua con el que se marcaría el inicio del fin de 15 meses de guerra en la Franja de Gaza.
La tregua, negociada gracias a la mediación de Catar y Estados Unidos, entrará en vigor el próximo domingo, iniciando con el intercambio inicial de 33 rehenes israelíes por cientos de prisioneros palestinos detenidos en Israel.
Pese al anuncio del pacto a mediados de esta semana, los bombardeos en Gaza no se detuvieron, y dejaron un saldo de más de 70 muertos en los últimos días. Pero este viernes, la última llave para abrir el paso a la tregua llegó; el gabinete israelí emitió un comunicado en el que le recomendó al Gobierno de Benjamin Netanyahu aprobar el acuerdo de manera definitiva tras “revisar todos los aspectos políticos, de seguridad y humanitarios”.
El plan establece un alto el fuego que se implementará en tres fases. La primera comenzará con la liberación de 33 rehenes retenidos en Gaza, incluidas tres mujeres israelíes que conforman el primer grupo. En paralelo, Israel excarcelará a cientos de prisioneros palestinos, se estimaba que fueran 1.000, aunque no se ha precisado la cifra exacta.
Entre los rehenes a liberar se encuentran dos ciudadanos franco-israelíes, Ofer Kalderon y Ohad Yahalomi, quienes fueron secuestrados en uno de los kibutz durante el ataque de Hamás en octubre de 2023. Los hijos de estos, también fueron secuestrados y ya habían sido liberados en una tregua anterior en noviembre de ese mismo año.
En Gaza, la expectativa por la tregua es imposible de ocultar entre los desplazados palestinos, quienes ya se preparan para regresar a sus hogares en medio de la devastación.
La guerra, iniciada el 7 de octubre de 2023 tras el ataque de Hamás en suelo israelí que dejó 1.210 muertos, desató un enfrentamiento devastador. Según la ONU, la destrucción en Gaza no tiene precedentes en la historia reciente. Más de 46,800 palestinos, en su mayoría civiles, han muerto como resultado de los ataques israelíes.
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El pacto de tregua, que comenzó a negociarse hace meses, se ha acelerado en vísperas del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Quien afirmó el jueves que el acuerdo no habría sido posible sin la presión ejercida por su futura administración, adjudicándose el triunfo.
En los días próximos también se negociarán los términos para la segunda fase, que contempla la liberación del resto de los rehenes aún retenidos y la presencia de las tropas israelíes en el territorio de Gaza.
Israel rechaza que Hamás, debilitado tras el conflicto, continúe administrando el territorio, pero también se opone a ceder el control a la Autoridad Palestina, que gobierna Cisjordania, aunque esta es la recomendación de la ONU.
Por su parte, los palestinos rechazan cualquier injerencia extranjera en el Gobierno de la Franja de Gaza. Este punto crítico aún no muestra una solución fácil, pero será parte de las negociaciones que iniciarán la semana próxima.
La tercera y última fase se centrará en la reconstrucción de Gaza, punto álgido que contará con la participación de actores internacionales.
Mientras tanto, las familias de los rehenes y los desplazados palestinos esperan el domingo con esperanza y ansiedad por lo que vaya a seguir sucediendo. La comunidad internacional también ha dejado ver su satisfacción ante el acuerdo, para muchos, este pacto representa una salida a más de un año de horror y muerte, que aunque está lejos de ser una solución definitiva al conflicto, permitirá una nueva perspectiva para ayudar a la población palestina.
