Operación Beepers: ¿cómo Israel hizo que miles de los bolsillos de Hezbolá estallaran?
En un ataque coordinado, Israel provocó una serie de explosiones en miles de dispositivos de mensajes; hubo casos en todo Beirut y otras ciudades del Líbano.
El ciberataque sofisticado pero con herramientas muy pasadas de moda supondría un nuevo éxito para el Mossad. Foto AFP
El sonido habitual de los beepers que utilizaban los miembros de Hezbolá se convirtió en una pesadilla cuando estallaron más de 1.000 de estos dispositivos casi simultáneamente, causando muerte y destrucción en diversas zonas del país. Miles de heridos y más de 10 víctimas mortales, entre las que se encuentran los hijos de dos diputados del grupo y una niña de diez años, que falleció cuando explotó el bíper de su padre.
Los hospitales colapsaron en Beirut y sus alrededores. Mientras las sirenas de las ambulancias resonaban por las calles de la ciudad, los parqueaderos de los hospitales se convirtieron en salas de urgencia. Carpas improvisadas fueron alzadas para albergar a los heridos y hasta los autos se convirtieron en puestos de atención. Incluso, los bajos de los puentes se convirtieron en puntos de donación de sangre.
El Ministerio de Salud de Líbano informó que, además de los muertos confirmados, hay aproximadamente 4.000 personas heridas, muchas de ellas con lesiones graves en el rostro, manos y abdomen. Entre los heridos se encuentra el embajador iraní en Beirut, Mojtaba Amani, quien se encuentra fuera de peligro, según reportes de la televisión estatal de Irán.
La tragedia también afectó a Siria, donde se reportaron 14 personas heridas por explosiones similares, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una organización con sede en el Reino Unido.
Más de 1.000 de estos dispositivos casi simultáneamente, causando muerte y destrucción en diversas zonas del país. Foto: Cortesía
Una operación sofisticada y un sabotaje de alto nivel
Las explosiones en alrededor de mil bíperes en Líbano, recién importados por Hezbolá, han sido calificadas como una “sofisticada operación de sabotaje” por varios expertos en inteligencia. Charles Lister, del Middle East Institute y Elijah Magnier, analista militar en Bruselas, han sugerido que Israel, específicamente el Mosad, pudo haber infiltrado la cadena de suministro de los dispositivos, antes de que llegara a manos de Hezbolá, y colocado pequeños explosivos cerca de las baterías de los bíperes, permitiendo su detonación controlada y a distancia.
Según estos analistas, el proceso de infiltración pudo haberse realizado en la fase de producción de los beepers o incluso durante su transporte a Líbano, aprovechando puntos vulnerables en la cadena logística. Mike DiMino, experto en seguridad y exanalista de la CIA, calificó la operación como “un clásico sabotaje de inteligencia”, y calculó que un hecho de esa magnitud pudo haber llevado meses, o incluso años, planificarla y ejecutarla de manera exitosa.
Un fallo de seguridad en Hezbolá
El ataque dejó al descubierto vulnerabilidades en los protocolos de seguridad de Hezbolá, que utiliza estos dispositivos de mensajería y localización para coordinar sus operaciones. Riad Kahwaji, analista radicado en Dubái, indicó que Israel tiene control sobre una gran parte de las industrias electrónicas del mundo, lo que podría haber facilitado el acceso a los dispositivos manipulados. La posibilidad de que los explosivos fueran introducidos durante la fabricación o el transporte deja en evidencia la complejidad de la operación.
La serie de explosiones también ha despertado preguntas sobre la capacidad de Hezbolá para proteger su infraestructura logística, sus comunicaciones y a sus miembros. A medida que se revelan más detalles sobre el ataque, queda claro que el grupo enfrenta grandes desafíos en sus sistemas de seguridad.
Reacciones inmediatas en Líbano y Siria
El ataque ha dejado a Líbano en estado de shock y ha colapsado la capacidad hospitalaria del país, a tal punto que unidades médicas de Irán se enviaron como apoyo. Con la población intentando comprender cómo un incidente de esta magnitud pudo ocurrir, los gobiernos vecinos se cuestionan por la interferencia de Israel en la soberanía del Líbano.
Hezbolá, respaldado por Irán, viene involucrado en una serie de enfrentamientos fronterizos con Israel en los últimos meses, especialmente después de que este grupo respaldara a Hamás tras el ataque en el sur de Israel en octubre de 2023, lo que desató la nueva guerra en Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha señalado que uno de los objetivos de su gobierno es permitir que los habitantes del norte de Israel, desplazados por los enfrentamientos, regresen a sus hogares. Las explosiones del martes, según Avi Melamed, exagente de los servicios de inteligencia israelíes, podrían ser parte de un esfuerzo por sembrar el caos en Líbano antes de una posible incursión terrestre para repeler a Hezbolá hacia el norte.
Las explosiones del martes son interpretadas por los expertos como un mensaje claro del Gobierno de Israel para recuperar su reputación tras la letal incursión de Hamás en el 2023. Expertos en defensa sugirieron que este tipo de operaciones muestran la capacidad de Israel para realizar incursiones de alto nivel, a pesar de los errores cometidos durante el ataque de Hamás.
Durante las explosiones de los beepers, el embajador de Irán en Beirut resultó herido, lo que causa preocupación por las retaliaciones que este país pueda querer tomar represalias, entendiendo que las relaciones vienen tensas desde el asesinato de Yahya Sinwar por parte de Israel en Teherán.
Estados Unidos, por su parte, ha tratado de distanciarse del incidente. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, aseguró que su Gobierno no estuvo implicado en las explosiones y que no tenía conocimiento previo de los ataques. Miller también reiteró el llamado de Estados Unidos a Irán esperando que la situación no se convierta en una excusa para desestabilizar aún más la región.
Mientras tanto, un delegado estadounidense se reunió con Netanyahu y otros funcionarios israelíes en un esfuerzo por buscar una resolución diplomática al conflicto entre Israel y Hezbolá. Aunque Estados Unidos ha expresado su deseo de evitar una guerra a gran escala, Miller sugirió que los miembros de Hezbolá podrían ser objetivos legítimos de ataques debido a su designación como grupo terrorista.
Tensión creciente entre Israel y Hezbolá
Las explosiones en Líbano se producen en un momento de alta tensión entre Israel y Hezbolá, un aliado cercano de Hamás e Irán. Desde el ataque de octubre, los enfrentamientos a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano han aumentado considerablemente por parte de ambos bandos.
Este último ataque, aunque altamente sofisticado en su ejecución, se valió de una tecnología que se consideran obsoleta. Lo que probablemente fracturará las comunicaciones de Hezbolá durante un muy tiempo, dejando al descubierto la dependencia del grupo de métodos tradicionales para coordinar sus actividades, y mostrando a Israel nuevos puntos de quiebre que los hace más vulnerables a sabotajes cibernéticos y físicos.
El ataque dejó al descubierto vulnerabilidades en los protocolos de seguridad de Hezbolá, que utiliza estos dispositivos de mensajería y localización para coordinar sus operaciones.. Foto: AFP
Un ataque con consecuencias imprevisibles
El ataque del martes no solo causó una gran cantidad de víctimas, claramente aumentó las tensiones. Hamás, Hezbolá, Irán y los Hutíes de Yemen mantienen una alianza basada en intereses comunes en el Medio Oriente, caracterizada por su oposición a Israel y a la influencia occidental en la región. Irán, por su parte, juega un papel clave como el principal patrocinador de estas organizaciones, brindándoles apoyo financiero, militar y logístico.
Hamás, el movimiento palestino que controla la Franja de Gaza, ya recibe respaldo iraní para su resistencia armada contra Israel. Hezbolá, el grupo chiíta libanés, también apoyado por Irán, comparte la misma ideología de lucha y actúa como un brazo clave de la influencia iraní en Líbano. Mientras que los Hutíes, un movimiento rebelde chiíta en Yemen, reciben armamento y apoyo logístico de Irán en su conflicto contra el gobierno y la coalición liderada por Arabia Saudita. Esta cooperación regional forma parte de la estrategia con la cual Irán busca expandir su influencia y confrontar la influencia de occidente.
El papel de los actores internacionales
El futuro de la situación es incierto, y los líderes mundiales continúan buscando formas de evitar una escalada total del conflicto. Sin embargo, con las tensiones en su punto máximo el camino hacia la paz parece cada vez más lejano. Las heridas causadas por los ataques son tanto físicas como políticas. Los Estados miembros de la ONU debatieron el martes un proyecto de resolución para poner fin a la ocupación israelí de los territorios palestinos en un plazo de 12 meses.
