Roma, la capital más antigua de Europa, no es ajena al fenómeno del turismo masivo que en los últimos años ha generado problemas de gentrificación en cientos de ciudades en el mundo –como Medellín–, por el contrario, es una de las ciudades más visitadas del planeta, de hecho, en 2023 se contabilizaron 50 millones de visitantes y, para el próximo año la cifra podría aumentar a 30 millones más.
Lea aquí: Un turista que viene a Medellín se hospeda 4,2 días en promedio
Pese a que sus habitantes están acostumbrados a ver abarrotadas sus calles de turistas que vienen y van disfrutando de su arquitectura barroca, sí están comenzando a presentar inconvenientes que hacen que las autoridades locales comiencen a tomar medidas para frenar, de alguna manera, la llegada desmedida de población flotante.
Es por eso que el concejal de Turismo de Roma, Alessandro Onorato, propuso un cobro extra a los turistas que lleguen a la ciudad, específicamente a uno de los lugares más visitados: la Fontana di Trevi.
El icónico lugar, al que llegan miles de personas para tomarse una foto y lanzar una moneda para asegurarse que algún día volverán a la capital italiana, cambiaría su dinámica al cobrarle a los turistas 2 euros por bajar los escalones, observarla de cerca y lanzar la moneda en el estanque.
“Queremos garantizar una experiencia única, especial y serena a todos los visitantes, que hoy lamentablemente cuando llegan a la Fontana di Trevi tienen que lidiar con el caos más total”, explicó el concejal de turismo a la agencia Efe.
Siga leyendo: El boom de la vivienda turística se desinfla en Medellín: ha bajado 11 % este año
Ver la Fontana di Trevi de lejos seguirá siendo gratis, al igual que su acceso para los romanos, pero el objetivo de cobrarle a los foráneos, señaló Onorato, es para “proteger un monumento extraordinario”, que está viendo amenazado su encanto.
Y es que entre 10 y 12 mil personas visitan a diario esta fuente, levantada en 1762 por Nicola Salvi sobre uno de los acueductos de la antigua Roma por encargo del papa Clemente XII.
La idea del concejal de Turismo es que para llevar a la fuente exista un punto de entrada y otro de salida para poder observar el imponente lugar.
“El dinero recaudado se dedicará a crear nuevos puestos de trabajo, como azafatos y azafatas para gestionar mejor el flujo de visitantes, y proteger el monumento”, concluyó Onorato.