En 2015 cuando se conocieron haciendo comedia en un bar de Laureles y posteriormente conformaron el colectivo Monólogos sin propina, Chicho Arias y Frank Martínez nunca imaginaron que iban a ser las estrellas en un reality de cocina y un concurso.
Este sábado regresan a la pantalla como el concurso Duro contra el mundo, Chicho como capitán de uno d elos equipos, y Frank, el “Flaco”, como presentador.
Tras el paso de ambos por Master Chef, por ediciones distintas, la vida de ambos comediantes cambió radicalmente. Ahora los paran en todas partes para pedirles fotos y saludos, montaron bar en El Poblado y tienen la agenda copada con presentaciones en todo el país.
Frank estrenó este fin de semana, en el teatro de la U. de M., la obra Contracorriente, mientras que Chicho está de gira por el Eje cafetero con Periodo de prueba.
Ambos dialogaron con EL COLOMBIANO sobre el programa que RCN estrena este sábado a las 7:30 p.m., y de su actualidad.
CHICHO ARIAS
¿Le cambió la vida mucho después de Master Chef?
“Cuando yo llegué al programa lo primero que me dijeron era que la vida me iba a cambiar y recibí ese comentario con mucha cautela y realmente sí me cambió por completo, empezando que antes solo me reconocían en Medellín y ahora sí me siento una persona pública y es muy extraño”.
¿Qué tal la experiencia en Duro contra el mundo?
“Ha sido la más extraña en mi vida, porque ponerme una trusa, yo peso 120 kilos, y medirme a pruebas físicas, tirarme a una piscina en el frío de Bogotá, son cosas que uno en sus cinco sentidos no haría, pero la hemos pasado muy bueno. Soy el capitán del equipo fucsia y me parece muy loco porque me toca dirigir a un montón de famosos que pasan por ahí. Es un programa que la familia con seguridad va a disfrutar mucho”.
¿Se ha dado golpes fuertes, quedan cicatrices, morados?
“No me quedaron ni cicatrices ni morados, pero sí quedé muy molido, porque desplazar toda esta cantidad de carnitas y huesitos es tremendo. Una rodilla me quedó doliendo porque salté mucho, nada grave”.
¿Qué proyecto de comedia tiene actualmente?
“Estoy haciendo una obra que se llama Periodo de prueba que es todo el material que escribí en pandemia hasta que llegué a Master Chef. En diciembre voy a estrenar en Mero bar Tranquilo, una de grandes éxitos con lo mejor que he hecho con otras obras (Cualquier cosa es cariño y El Gordito del salón)”.
¿Quiénes fueron sus grandes amigos en Master Chef?
“Hice muy bellas amistades, al final por la mayor cantidad de tiempo Ramiro se convirtió en un gran parcero, al igual que Carlitos. El bloque de analfabetas lo conformamos como Aco, Tostato, Estiwar, Corozo, Carlitos, luego se sumaron Tatán y Ramiro. Siento que creamos un grupo de amigos, con los que hablo perfectamente y es uno de los regalos y ganancia de Master Chef, me siento bendecido por eso”.
¿E Isabella...?
“Con Isabella nunca sentimos el rigor hasta que el programa salió al aire, porque no veíamos las entrevistas, después lo vi y dije ‘Dios mío, Isabella, qué es esto’. Ella conmigo, en sus formas, fue respetuosa, escogió una manera de jugar, de villana, y le funcionó hasta donde llegó. Fue la antagonista. Hablamos después del programa y quedamos que lo que pasó en Master Chef se queda en Master Chef”.
FRANK MARTÍNEZ
¿Cómo asume este rol de presentador?
“Me he sentido muy bien, es como diversificar el portafolio (risas) de no solo ser un comediante de Stand Up, sino de estar en otros formatos, me gusta es la posibilidad de explorar otras facetas, necesito nutrirme de otras cosas para poder hacer Stand Up.
Con Jonathan (del grupo Pasabordo) hago muy buena dupla, ya habíamos hecho durante el encierro varios en vivo y en uno de ellos nos llegaron a ver 60.000 personas a la vez. Se respira un ambiente sano y bacano, no hay competencia por sobresalir, hay armonía”.
¿De qué se trata Contracorriente, la obra que estrena este fin de semana en la U.de M.?
“Contracorriente no es llevar la contraria, sino lograr los objetivos de otra manera, en mi caso, entre más difícil sea más me anima, porque lo fácil me aburre muy fácil. Me emociona lo que no se ha explorado, siempre me pongo retos y mi vida va en ese sentido.
El show es una critica a muchas cosas, no con el objetivo de criticar por criticar, sino para llevar un mensaje de fondo”.
¿Qué significa estrenar una obra en su ciudad?
“Yo disfruto de sobremanera presentarme en Medellín, en especial después de que una manager alguna vez me dijo que no iba a ser nadie si me quedaba en Medellín, desde ahí se me prendió el fuego y la idea de ser conocido, por eso siempre que estreno un show lo hago acá, me gusta dedicarle esa primera energía y emoción a la ciudad.
Es la primera vez que lleno tres funciones seguidas, aunque recién salida de pandemia ya lo había hecho, pero con el teatro con capacidades al 50 y 70 %. Esta es la primera vez al 100 % en tres veces consecutivas, en abril ya había tenidos dos llenos.
Me emociona muchos estrenar en Medellín y en diciembre voy a tener tres fechas, con tres shows diferentes”.
¿Qué tanto le cambió la vida su llegada a la televisión nacional?
“El año pasado fue el mejor en temas de economía y boom y reconocimiento, pero siento que me cogió un poco desprevenido, porque no estaba acostumbrado al asedio, a que alguien me reconociera en cualquier parte, eso me estaba dando duro, al igual que la exposición en los medios, que cada vez que publicaba algo lo volvían noticia, eso me abrumó mucho.
Este año tenía como consigna bajarle al voltaje y no salir casi en TV, pero en Duro contra el mundo me aceptaron llevar a los parceros y eso me pareció muy nota.
Este año me ha cambiado mucho la vida, procurando siempre hacer lo que me gusta, quiero seguir siendo natural y mamar gallo y cuando veo que en un proyecto no puedo hacerlo, entonces no lo hago.
Para el año entrante vienen proyectos muy bacanos que me tienen muy emocionado”.