La voz de un personaje de ficción puede evocar emociones tan profundas que trascienden la pantalla. Si no, que lo diga el mexicano Mario Castañeda, a quien le basta un “hola” para generar sonrisas a donde llega.
Si no habla, el actor de doblaje puede pasar desapercibido, pero la verdad es que, para millones de personas, es un ídolo, especialmente por su trabajo como la voz de Gokú en el anime Dragon Ball Z, aunque su carrera no se limita a esa saga. “Latinoamérica demuestra una necesidad de encontrar mensajes positivos y lo encontramos en esa caricatura, un anime japonés que nos dice: aunque todo parezca perdido, sigue adelante”, reflexiona sobre el impacto de su trabajo.
Además de Gokú, ha interpretado a otros personajes icónicos, como Hulk en la saga de Marvel, el Dr. Eggman en las películas de Sonic, Zapp Brannigan en Futurama y muchas de las interpretaciones de Jim Carrey.
En la inauguración de Comic Con Medellín 2024, en Plaza Mayor, Castañeda habló con EL COLOMBIANO sobre su carrera, su filosofía profesional y el impacto duradero del personaje que lo llevó a la fama hace más de tres décadas.
Recordemos sus inicios. ¿Cómo fue ese primer momento de enfrentarse al reto de dar vida a Gokú, un personaje que ya era popular en Japón pero no tan conocido en Latinoamérica? El boom del anime ocurrió cuando el personaje crece y, justamente, es cuando usted empezó a participar...
“Así es. Cuando Dragon Ball llegó a mi vida, ya tenía 14 años de experiencia en doblaje. Dragon Ball empezó con Gokú niño, interpretado por Laura Torres, y yo entré en el episodio 80, cuando Gokú crece. En ese momento no sabíamos que esta franquicia sería tan grande, aunque ya tenía éxito entre los niños.
Además, fue muy especial porque mi hijo Arturo, entonces de 8 años, era fan de Dragon Ball. Me inspiré mucho en el trabajo de Laura para respetar la esencia del personaje, pero también adaptarlo al español, a nuestra manera de expresar emociones”.
Gokú tiene un espíritu inquebrantable y un deseo de superar límites. ¿Qué tan conectado se siente con esos valores?
“Creo que esos valores son parte de la cultura japonesa y el mensaje de Akira Toriyama. Nunca rendirse, nunca bajar los brazos, siempre avanzar. Este mensaje resonó profundamente en Latinoamérica porque aquí no siempre encontramos ese optimismo en la vida cotidiana. Latinoamérica tiene una necesidad de encontrar mensajes positivos y lo encontramos en una caricatura, en un anime japonés que te da el mensaje de que, aunque todo se vea oscuro, aunque todo parezca perdido, sigue adelante porque vale la pena vivir la vida.
Dragon Ball nos dice que vale la pena luchar por la familia y defender lo importante. Personalmente, esos valores están en mí: como profesional, siempre busco dar lo mejor. Mi filosofía es trabajar con excelencia, sin esperar que me paguen más para esforzarme. Creo que eso también es parte del mensaje de Gokú y conecta mucho conmigo”.
¿Cómo explica la permanencia de Dragon Ball en el corazón de los fans, especialmente en Latinoamérica?
“Dragon Ball tiene un mensaje sencillo: aunque todo parezca perdido, sigue adelante. Gokú representa un optimismo puro. Aunque su personaje no ha cambiado mucho, sigue siendo ese guerrero que pelea por la diversión de medirse con otros. Vegeta, en cambio, ha tenido un desarrollo más profundo, lo que también atrae a los fans. Creo que en Latinoamérica este mensaje de lucha constante nos llega como un rayo de esperanza, especialmente en un contexto donde a veces falta esa motivación en la vida diaria. Por eso, Dragon Ball sigue vigente: su mensaje es universal y atemporal”.
Ser la voz de un personaje tan querido le ha dado reconocimiento, pero también ha trabajado en otros proyectos. ¿Cómo ha sido ese balance en su carrera?
“El doblaje es una profesión maravillosa porque me permite interpretar personajes muy diversos, desde un héroe como Gokú hasta un villano como el Dr. Eggman. Aunque mi voz sea la misma, cada personaje tiene una construcción única y sus propios matices. Esta diversidad hace que mi trabajo sea emocionante y enriquecedor. En doblaje, pasas de un personaje pequeño a uno icónico, y eso te da una enorme flexibilidad como actor. Creo que esta profesión me realiza tanto a nivel personal como artístico”.
¿Qué le diría a los jóvenes que quieren iniciar en el mundo del doblaje?
“Mi consejo es claro: descubre tu vocación y prepárate. El doblaje requiere mucha técnica: sincronizar voz y movimiento, manejar ritmo y cadencia, pero, sobre todo, ser un buen actor. No es un camino fácil, pero si te apasiona, vale la pena. Estudiar actuación es una base fundamental y, después, especializarte en doblaje. Hay muchas compañías que buscan nuevos talentos, pero es vital llegar con preparación y actitud. La industria siempre necesita voces frescas y comprometidas”.
Actualmente trabaja en nuevos proyectos, hay rumores sobre más temporadas de Dragon Ball Daima o el esperado doblaje para el juego Dragon Ball Sparking Zero. ¿Qué nos puede contar?
“Hay muchos proyectos emocionantes en camino, aunque algunos no puedo revelarlos por temas de confidencialidad. Puedo adelantar que la tercera película de Sonic está cerca de su estreno, donde sigo interpretando al Dr. Eggman. Además, doy talleres de doblaje y exploro nuevos formatos en redes sociales. Me siento muy afortunado porque siempre hay algo nuevo por hacer, ya sea en doblaje o en otros campos creativos. Es un privilegio mantenerse activo en esta industria”.