Después de dos meses de haber jugado en la final de la Copa América 2024, que se disputó el 14 de julio, Lionel Messi volvió a disputar un encuentro como titular este sábado, en el duelo válido por la fecha 32 de la MLS de Estados Unidos entre el Inter de Miami, su equipo, y el Philadelphia Union.
Y no lo hizo de cualquier manera. Luego de superar la lesión que sufrió en el tobillo durante la final del torneo continental contra Colombia, el futbolista argentino solo necesitó 26 minutos para poner a celebrar a los aficionados del fútbol.
El delantero, que no jugaba con el equipo rosado desde el primero de junio, unos días antes de que empezara la Copa América, anotó su primer gol al minuto 26 después de terminar una jugada que, si alguien escucha la narración, parece ser de unos años atrás.
La acción del regreso al gol de Messi empezó en los pies del lateral izquierdo español Jordi Alba, compañero eterno de batallas del argentino en el Barcelona la década pasada, luego pasó a los pies del delantero uruguayo Luis Suárez, gran amigo del argentino y su dupla perfecta en el ataque del cuadro catalán durante casi seis años.
Después el balón llegó al pie izquierdo de Messi, quien hizo un quiebre de cintura para que la pelota le quedara ubicada cerca de su pierna derecha y con ella, la menos hábil, pateó y marcó. Celebró abriendo los brazos como un avión, para después correr hacia una de las esquinas del estadio Chase, donde su equipo es local.
Cuatro minutos más tarde, cuando el cronómetro iba en 30, Messi volvió a anotar. El partido iba empatado a un tanto y, de nuevo, se dio una jugada de vieja data. Alba desbordó por la banda izquierda, tiró un centro hacia el punto penalti, donde Messi pateó, de zurda, después de llegar desde la banda derecha en diagonal y entrar al área a toda velocidad.