A James Rodríguez le han jugado en contra sus lesiones, sobre todo el problema en el sóleo, al que parece que le encontraron solución y por eso ha vuelto a tener continuidad en su fútbol, con lo cual a logrado callarle la boca a sus detractores, como lo hizo frente a Uruguay. Ahora, se espera que la buena actuación se repita este martes ante Ecuador, desde la 6:30 p.m.
“Creí que su estado de forma actual no era como el que demostró, lo que no es una sorpresa por la jerarquía de futbolista que es”, indicó el técnico de Uruguay, Marcelo Bielsa.
La verdad es que en los últimos 12 años James no ha tenido suerte en los clubes en los que ha actuado, porque cuando no es por determinaciones técnicas, las lesiones lo han afectado en sus mejores momentos. Entonces, ¿qué pasó para que ahora, con el São Paulo, el 10 colombiano esté recuperando su nivel?
El exmédico de Nacional, Federico Upegui, dijo que seguramente se analizaron distintos frentes. “Creo que quienes lo han tratado tuvieron que mirar los niveles de estrés por la competencia, los viajes y su entorno. Después, se nota que con la madurez que ha adquirido sabe manejar las presiones, teniendo en cuenta que es un referente para Colombia”.
Upegui agregó que a la edad de James (32 años) debe haber cambiado sus métodos de entrenamiento. “Sobre todo en lo cardiovascular, los niveles de fuerza y flexibilidad para que no existan desequilibrios, porque así es más susceptible a lesiones”.
Uno de los médicos del DIM, Édgar Méndez, aseguró que después de todas las lesiones de James era necesario centrarse en temas como los desbalances musculares, problemas dentales con un periodo inflamatorio sistemático, el manejo de cargas, la alimentación e hidratación, la cantidad de trabajo acumulado y el control bioquímico.
“Seguramente se empezaron a descartar uno por uno estos factores, teniendo en cuenta las valoraciones odontológicas, control ecocardiográfico, variabilidad de la frecuencia cardiaca con monitoreo bioquímico y de GPS para determinar las causas”.
El fisioterapeuta Sebastián Botero, fundador de Fisiolaser y experto en dolor, explicó que no sería raro que en Brasil estén regulando los ejercicios de velocidad, fuerza, saltabilidad, aceleración, entre otros.
“Si no se hacen de manera correcta y no se acomodan a cada individuo se aumenta el riesgo de alguna lesión muscular”. También mencionó aspectos como la técnica con la que él corre, salta, patea la pelota y choca con los rivales.
“Eso hay que trabajarlo para que se haga de manera adecuada y no haya peligro con vectores, fuerzas y palancas. Seguro que ya tienen identificado todos estos aspectos para su mejoría”, concluyó.
Atrás quedaron los escándalos
Otro de los aspectos que juega a favor de James es que ya da menos de qué hablar fuera de las canchas, contrario a lo que ocurría años atrás. Por ejemplo, en enero de 2016, cuando manejaba un Audi de alta gama por las calles de Madrid a 200 kilómetros por hora porque iba tarde a su entrenamiento con el Real Madrid e hizo caso omiso a las sirenas de la policía. Explicaría que aceleró aún más porque pensó que se trataba de un intento de secuestro. Seis meses antes no llegó a tiempo a la pretemporada en Australia. Esa fue la primera impresión que se llevó el técnico Rafa Benítez, con el que no tuvo una buena relación. Nadie entendía cómo tras una temporada en la que participó en 26 goles (13 tantos y 13 asistencias) no era titular.
Vendría otro error: Benítez le recomendó no asistir a un amistoso entre Perú y Colombia, pero el volante hizo caso omiso y en ese encuentro sufrió rotura muscular en su muslo izquierdo, que lo dejó 2 meses fuera de las canchas.
Cuando Benítez fue despedido, James tenía la oportunidad de empezar de cero pero las noticias diarias eran sobre sus rumbas interminables, los problemas con su exesposa Daniela Ospina y sus supuestos romances con modelos.
Además, en un momento en el que se encontraba en el ojo público, según medios españoles, decidió renegociar su contrato y pedir casi la misma suma de dinero que ganaba Cristiano Ronaldo. Desde ese momento, Zidane empezó a preferir a otros futbolistas, lo que llevó incluso a que la mamá de James, Pilar Rubio, publicara un trino en contra de las elecciones de técnico: “Critican a James e Isco, los comparan con Casemiro, no son volantes de marca, entiendan son muy diferentes, en tierra de ciego el tuerto es rey”.
James fue a préstamo al Bayern de Múnich y de nuevo inició de manera brillante su temporada bajo las órdenes de Jupp Heynckes, pero se fue diluyendo y con la llegada de Niko Kovac, entrenador con el que también tuvo desavenencias, la ilusión de fichar con el club alemán terminó. De regreso al Real Madrid, la situación con Zidane no cambió, y prefirió decirle al entrenador que no lo tuviera en cuenta, porque ya no se sentía importante. Ante esta actitud, el argentino Jorge Valdano, consejero de la presidencia del Real Madrid manifestó su desilusión. “Siento que he fracasado con James. Confiaba mucho en la clase y en la categoría de este jugador. Cuando un futbolista de categoría, cada año que pasa da menos prestaciones que el anterior, es el propio jugador quién debe preguntarse qué pasa”.
Pasaría al Everton donde nuevamente las lesiones y el cruzarse otra vez con Rafa Benítez le jugaron en contra. De ahí dio el salto al Al-Rayyan de Qatar antes de volver a Europa con el Olympiacos.
El James de hoy parece haber cambiado de actitud, su regreso a Suramérica le sentó bien. El periodista brasileño, Paulo Nunes indicó que el técnico de Sao Paulo, Dorival Júnior, ha sabido llevarlo, dándole los minutos necesarios para que vaya alcanzando su nivel de manera progresiva. “Acá, James ha demostrado un comportamiento ejemplar, se le ve concentrado en lo deportivo y cuando ha jugado está muy competitivo”, aseguró el comunicador.
James se ha enfocado en recuperar su nivel, ese que lo llevó a ser el único goleador colombiano de un Mundial, en Brasil 2014. Con sus 32 años, aún está a tiempo de volver a brillar y llevar a Colombia al Mundial de 2026, cuando cumplirá 35 y tendría un escenario ideal para su retiro.
Lo llevan con cuidado desde lo físico
Durante el entrenamiento de este domingo en la sede de Atlético Nacional en Guarne, a James se le vio entrenando de manera diferenciada y lo hizo junto a Santiago Arias, lateral que salió golpeado en el duelo ante los charrúas. El 10 de Colombia hizo el calentamiento con los demás compañeros de equipo y cuando inició el entrenamiento fue apartado y no hizo trabajos con el balón. Es una situación normal por el desgaste que tuvo en el partido ante los uruguayos en el que corrió todos los balones, ayudó en defensa y claramente fue el hombre más importante en ataque. Jugó 81 minutos y, aparentemente, no tuvo ninguna molestia, pero sí un desgaste físico. Lo cuidan pensando en que pueda tener nuevamente minutos frente a Ecuador.