Aún con las fuerzas diezmadas por las enfermedades y los achaques propios de la edad, Caretorta Palacio DIM acompañó al Poderoso hasta que pudo en los partidos como local en el estadio Atanasio Girardot. La bandera roja y azul gigante que aferraba con sus manos ya no ondeaba con la fuerza que lo hacía en sus años mozos, pero sí con el mismo amor y sentimiento por el equipo que quedó grabando por siempre en su nombre.
El emblemático hincha del Independiente Medellín, que se volvió un integrante más del plantel en las “salidas” de cada fecha de local entre el humo y el fervor de la fanaticada que alienta con sus cánticos desde las tribunas, no estará más en Preferencia (Occidental) baja, grada que por muchos años recorrió a las carreras animando el Equipo del Pueblo, ese mismo que en 1990 le provocó un infarto cuando uno de sus jugadores desperdició un penalti, relató en el libro Un Siglo de Pasión Roja.
Caretorta, quien falleció el domingo a los 77 años de edad “tras se atropellado por una moto en el barrio Aranjuez”, según informó la Secretaría de Movilidad de Medellín, será despedido este martes por sus familiares, amigos y seguidores del DIM a las 11:00 a.m. en la Parroquia El Divino Niño (calle 45 107C-28).
El caso fue atendido por la policía judicial, la moto inmovilizada y el conductor individualizado. La prueba de embriaguez arrojó resultado negativo, pero quedó vinculado al proceso penal, reseñó la entidad.
Cuando nació, sus padres lo bautizaron Jesús Alpidio Palacios Gil, pero ya entrado en años y con el rojo metido en su corazón, decidió cambiarse el nombre por Caretorta Palacios DIM, consciente de los problemas que podía tener para los trámites de su jubilación, la que alcanzó como empleado de EPM.
Caretorta saboreó los títulos de 2002-II, luego de 45 años de intentos fallidos y bajo la dirección técnica de Víctor Luna que se le adelantó en el camino (murió el 28 de enero de 2024), de 2004-I, 2009-II y 2016-I. Y pudo celebrar, como era su anhelo, el centenario rojo.
Con su carisma se hizo amigo de muchos ídolos, que hoy lo despiden con cariño. “Vuela alto viejo lindo, tus palabras en mi primer día en el camerino quedaron grabadas para la eternidad. Fortaleza para su familia”, escribió el exarquero Bréiner Castillo al hombre que empezó asistir al estadio en 1985 en la Barra Escuadrón Rojo junto a Celina Arbeláez y Héctor Flórez.
Como escribió breiner_oficial10, “aunque hoy nos llena de tristeza su partida, también celebramos la vida de un hombre que vivió con una pasión desbordante y que dejó una huella imborrable en la historia del DIM”.