El tamaño del limbo de Juana es el de un apartamento pequeño: es actriz, tiene poco más de treinta y cinco años y acaba de romper una larga relación sentimental.
Las paredes de su casa tienen la tonalidad de los filmes de Pedro Almodóvar, en particular de Kika, esa comedia de enredos que el director español estrenó en 1993.
Juana es la protagonista de Tiempo de Escape, el más reciente trabajo artístico de Ruido y furia, pensamiento escénico, un grupo teatral de Medellín.
La dramaturgia –los diálogos y las escenas– la escribió la actriz Jackeline Builes en los tiempos del encierro por pandemia: tomó hechos de su vida y de las de sus amigas para trazar el perfil del personaje. Para culminar la escritura de la obra, Builes contó con una beca del presupuesto participativo de Medellín, otorgada en 2019 en su calidad de artista y habitante de la comuna diez –La Candelaria–. Una vez estuvo listo, el texto se sometió a la revisión de sus compañeros de Ruido y Furia –Wilder Lopera, Maritza Chávez y Camilo Rincón– y de nuevo fue presentado a las bolsas de apoyo estatal, en esta caso a las becas del Ministerio de Cultura. El proyecto fue aprobado y el dinero sirvió para llevar las palabras al escenario.
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La obra
Martes 13 de diciembre, cinco de la tarde. Los siete actores ensayan escenas de la obra, ajustan detalles dramáticos y logísticos para el estreno de la temporada que va del 15 al 17 de diciembre en Casa del Teatro, uno de los núcleos del movimiento dramatúrgico de la ciudad –lo dicen Lopera y Builes– por albergar la biblioteca de Gilberto Martínez. Cada día la función comienza a las siete y media de la noche y el costo de la entrada oscila entre los $ 30.000 para el público general y los $20.000 para los estudiantes. Wilder da instrucciones mínimas y basta un golpe de manos para que la acción inicie, trazando por unos minutos un paréntesis de suspenso en la cotidianidad.
Además de escribirla, Builes asume el papel de Juana: durante la hora y media de la historia, da cuerpo a las encrucijadas, miedos, bromas y esperanzas de una divorciada que abre Tinder para seguir con su vida amorosa.
Sin embargo, los puntos nunca son finales: a pesar de la ruptura, en ella sobreviven vestigios de su antigua vida. Y, cuando quiere estrenar piel, ser otra, disfrutar de manera inédita la libertad, sus familiares irrumpen en el apartamento y le recuerdan el pasado.
“En esta obra se representa la pelea por la libertad. Hay en ella una visión de mujer contemporánea. Sin embargo, las cosas le recuerdan a Juana que no es tan libre como cree”, dice Wilder.