Ni el Festival Miradas –una de las banderas culturales de la saliente administración de Medellín– se libró del desorden administrativo de la saliente Secretaria de Cultura Ciudadana, dependencia encabezada por el teatrero Álvaro Narváez. Esto saltó a la vista con la protesta que llevó a cabo un grupo de realizadores audiovisuales que participó en la pasada edición del festival y que al día de hoy no han recibido el pago por sus honorarios. El lío es tal que muchos de ellos trabajaron en la curaduría o en la ejecución del evento sin firmar un contrato que los blindara ante eventualidades de cualquier tipo. Según datos de fuentes cercanas al Festival las deudas ascienden a los 340 millones de pesos. En este momento 38 personas no han recibido sus pagos, se han dejado de pagar 61 derechos de exhibición de películas y se tienen deudas con dos empresas de logística y 29 colectivos de artistas de la ciudad.
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Muchos de ellos ya hicieron el duelo de saber que esta Navidad las cosas estarán difíciles porque sus honorarios no serán cancelados. Una de esas gestoras es la directora de cine Catalina Arroyave, que este año estuvo a cargo de la curaduría de los largometrajes colombianos y latinoamericanos presentados en el Festival. Desde mayo, Catalina comenzó con el trabajo de ver más de 150 películas para escoger las que serían vistas por los paisas en los días del Miradas. Además, hizo parte de los expertos que participaron en la programación académica del evento.
Según cuenta ella, le dedicó buena parte de su tiempo este año a ese trabajo. Sin embargo, al ver que las fechas del Festival pasaron y no le llegó un contrato para avalar sus labores le comenzó a crecer la preocupación. Ante esta coyuntura se comunicó con los organizadores del festival, que también son realizadores audiovisuales, pero que fueron contratados por la secretaría de cultura para la ejecución del Festival. Estos recibieron las quejas de Catalina y de otros artistas y se las dieron a conocer al secretario Narváez en una carta que le enviaron hace unos cuantos días. EL COLOMBIANO conoció que la carta no ha sido contestada por el funcionario.
Probablemente la carta no tenga una pronta respuesta. Y no la tendrá porque crecen las versiones de que Narváez presentó su renuncia al puesto de secretario de Cultura, decisión que habría sido aceptada por el alcalde encargado Oscar Hurtado. No sería esta la única deserción de los líderes de esa dependencia distrital. EL COLOMBIANO supo que de los subsecretarios Natalia Garzón y Juan David Maya habrían presentado sus cartas de renuncia, siendo aceptada la de Garzón y no la de Maya. Como si esto fuera poco, el tercer subsecretario David Gómez lleva más de un mes incapacitado por asuntos relacionados con la salud mental. En otras palabras, la Secretaría de Cultura Ciudadana está prácticamente acéfala.