Nacido en Puerto Rico y educado en los Estados Unidos, Tito Nieves está convencido de la permanencia de la salsa en los gustos de los públicos. No lo inquietan los números de audiencia de otros géneros musicales más actuales. Y no lo hace porque cree que la salsa es la síntesis de una cultura, la de los latinos que emigraron a los Estados Unidos y siguieron conectados con sus tierras de origen. Tito sabe de lo que habla: parte de su carrera la hizo al lado de Héctor Lavoe o en las filas del Conjunto Clásico. Además, es uno de los emblemas vivos de esa generación de salseros que dieron el paso de la lírica urbana a los temas de amor y seducción. Por estos días, promociona los temas Bochinchero y No me arrepiento. Además de su participación en el concierto Vive la salsa, concierto de conciertos, que tendrá lugar el 22 de junio en el Atanasio Girardot.
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Cada vez con mayor frecuencia se dice que la salsa está perdiendo espacio ante la música urbana actual...
“Yo no sé. Yo no creo. Dime un reguetonero que cumpliera 100 años y siguiera vigente. Dame el nombre de un reguetonero que cumpliera 82 años y siguiera de gira. Es más, Daddy Yankee se retiró con menos de treinta años de carrera. ¿Quién es el reguetonero más viejo ahora? Yo no sé por qué siguen comparando la salsa con lo urbano. Lo primero, si yo fuera a quitarle el pellejo del pecho a un reguetón diría salsa. ¿Por qué? Porque ellos escucharon salsa en su infancia. Todos lo hicieron: Maluma, Bad Bunny, Daddy Yankee, Tego Calderón. Esa es su música. Pero ellos se expresaban más en el chanteo, en el trapeo, en el rapeo. Pero a ellos les encanta la salsa. Y no sé por qué la gente está comparando la salsa.
Acabo de ver a Willie Rosario cumplir sus 100 años en tarima. Más de 60 años en la música. Bobby Valentín, más de 60 años. La salsa no es un género: es una cultura. Y siempre digo, modestia aparte, que mientras haya un colombiano en la tierra, la salsa nunca morirá”.
¿Por qué dice que la salsa es una cultura?
“Desde muy pronto la salsa fue en Nueva York la música para descubrir al latino. Cuando los puertorriqueños se iban de Puerto Rico a la gran nube, la ciudad de Nueva York, no sabían el inglés. Los gringos no podían hablar con ellos, pero escuchaban la música nuestra. Y siempre supieron con la salsa que ahí había latinos. La salsa tiene más de 120 años de existencia. La salsa es una cosa más cultural. Tiene más definición. La gente critica mucho el reguetón porque dice que no es música. A mí me gusta el reguetón. A mí lo que me desanima de este género es la lírica. Yo fui a ver a Karol G. Fue muy espectacular. La muchacha canta muy bien”.
Usted, que conoce los públicos de Latinoamérica, ¿qué diría del público de Colombia?
“El público colombiano es un público muy exigente. Recuerdo mucho que la primera vez que vine fue en junio de 1979. Esa vez conocí un man que tenía quince mil vinilos. Él me dijo una cosa que me dejó pensando. Me dijo: ‘Tito, el coleccionista algunas veces pasa hambre para obtener un disco’. Disfruto mucho de las entrevistas que hago aquí en Colombia. Y te lo digo de todo corazón: ahí está mi esposa y ella te puede contar que le he dicho que las mejores entrevistas que me han hecho han sido aquí en Colombia”.
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¿Cuáles son las canciones de su repertorio que sabe que en Colombia van a ser un hit?
“Te digo: todo depende de la ciudad todo, depende de la época. Por ejemplo, en Cartagena canto canciones que no canto aquí. Las canciones que son tendencia en Cartagena con aquellas de Marco Antonio Solís que grabé hace unos años. Las que canto aquí son más de la época del Conjunto Clásico, obviamente Señora Ley. También gustan Fabricando fantasías y las canciones románticas. Gracias a Dios tengo un legado donde todavía exigen bastante de la canción”.
¿Cuál es el secreto de la canción que se convierte en hit?
“En cincuenta años que voy a cumplir de carrera todavía no lo sé. Mis canciones la he grabado porque las he sentido”.
