Con ese tono coloquial y desenfadado, con un marcado acento paisa que nunca perdió, pese a vivir en Italia y Francia por varias décadas, Fernando Botero en entrevista con EL COLOMBIANO en 2015, dejó una frase que hoy, día de su muerte, es tendencia en redes sociales: “Que mi alma vaya a la tienda donde vendan aguardiente”.
Fue en una de su frecuentes visitas a Medellín y al Museo Antioquia que en ese entonces abrió la exposición El Circo, Fernando Botero.
Ese día a la pregunta de Martha Ortiz Gómez (en ese entonces directora de EL COLOMBIANO) sobre qué debería decir en el lugar donde repose su cuerpo, el maestro respondió. “Aquí yace un pintor”.
Al siguiente interrogante fue que dejo esa frase que hoy es tendencia. ¿A dónde quiere que vaya su alma?: “A la tienda de la esquina donde vendan aguardiente”.
Ese día, 2 de febrero de 2015, habló extensamente sobre arte, sociedad, cultura y su vida personal, algo no muy habitual en él. Estas sin algunas de las respuestas que dejó sobre sí mismo.
Portada de EL COLOMBIANO del 2 de febrero de 2015. FOTO EL COLOMBIANO