La lechona es, sin lugar a dudas, uno de lo platos más tradicionales de la cocina criolla, al punto que en mayo pasado fue incluido en las listas que habitualmente hace la plataforma Taste Atlas, sobre las mejores recetas y productos en el mundo.
De acuerdo con ese escalafón la lechona es una de las mejores preparaciones de carne de cerdo en todo el mundo, en un listado en el que ocupa el quinto lugar, detrás de las carnitas de México, el pernil (Puerto Rico), la cochinita pibil (México) y el siu yuk (China).
Más allá de su tradicional presentación como un cerdo entero esta preparación se ha ido adaptando y variando.
Una de las más novedosas es en forma de cono, con la diferencia que no viene con helado, sin con el relleno de la lechona. Natalia Tobón Montoya, del restaurante The Pig, advierte que por muy extraño que parezca en Bogotá se vende mucho.
“En Medellín la comenzamos a comercializar desde hace unos tres meses y la acogida ha sido muy buena”, dice la vendedora del establecimiento ubicado a media cuadra del parque biblioteca Débora Arango, en Envigado.
¿Cómo es...?
El cono (que lo traen desde Bogotá) está hecho con plátano y se rellena con la lechona, que en este caso viene con arroz, carne de cerdo y la “garra”, que es el cuero del marrano, además de chicharrines. Encima le echan salsa BBQ y queso fundido
El cono cuesta 18.000 pesos y es la gran novedad de este local que abrió sus puertas hace dos años. La preparación también la venden en almacenes de cadena como Éxito y Jumbo.
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Lechona solo hay una, dice el periodista gastronómico Lorenzo Villegas. La elaboran en el Tolima, en el Boquerón en la salida hacia Armenia, y es “únicamente de carne con alverja, no tiene arroz”.
El arroz se lo añaden en otra regiones de Colombia como Bogotá, Medellín, el Eje Cafetero, dice Lorenzo, para que rinda más.
Aunque la tradición dice que en la lechona se deja la cabeza del cerdo intacta, cada vez es menos común verla exhibida en un charol y menos aún con una manzana en la trompa. La razón es estrictamente económica ya que su presencia encarece el plato. La sola cabeza puede valer 50.000 pesos.
Más rarezas
Además de los conos, lo más vendido por estos días en este lugar son las empanadas de lechona, que valen 3.500 pesos y burritos mexicanos
“Estos los hacemos con las tortillas que venden en el mercado, usamos las más grandes, y van con lechona, cuerito y pico de gallo (cebolla y tomate picados)”, cuenta Natalia. Este antojo le cuesta 17.000 pesos.
Otra de las excentricidades es el tamal “remontado”, que viene con adición de lechona y cuero.
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En otros sitios también venden papas, arepas patacones y hasta buñuelos, obviamente rellenos de lechona.
La lechona es tan tradicional en el país que tiene hasta día clásico: el 29 de junio se celebra en Ibagué el día de la lechona tolimense y en el municipio de El Espinal se festeja el día nacional.