El mayor (r) Carlos Yecid Molina Chaparro, director de la cárcel de Valledupar, también conocida como ‘La Tramacúa’, fue suspendido provisionalmente de su cargo tras revelarse imágenes inexplicables de los presos organizando fiestas dentro del centro penitenciario.
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Las imágenes, que se hicieron virales, mostraban a los reclusos consumiendo estupefacientes, bailando y bebiendo licor en los patios de la cárcel, en una escena más propia de una fiesta callejera, como si estuviesen en libertad, que de un centro de reclusión.
Por esta fiesta, la Procuraduría General de la Nación inició una investigación para esclarecer los actos de omisión y permisividad del mayor Molina Chaparro. Según el órgano de control, bajo su administración, se habrían permitido no solo fiestas y festejos, sino también el ingreso de bebidas alcohólicas, drogas, armas y celulares al centro penal.
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar, con numerosos comentarios condenando la laxitud del personal de vigilancia del Inpec. En uno de los videos, un interno se escucha diciendo: “sople, sople, cocaína, marihuana, hay plata, hay plata”, mientras de fondo se oyen otros presos cantando.
La investigación apunta a que estas sustancias y objetos prohibidos fueron ingresados ilegalmente a la torre 3, conocida como “El patio de los negros”, con la complicidad del personal de custodia.
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El procurador regional del Cesar, Miguel Ángel Rocha, señaló que el director de la penitenciaría podría haber incurrido en omisión de sus funciones, ya que es su responsabilidad establecer y mantener la seguridad y el control en el centro.
Debido a estas celebraciones, el mismo director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), Daniel Gutiérrez, aseguró que a cuatro guardias se les abrió un proceso de investigación, ya que habrían participado de los hechos. Además, siete reclusos serán trasladados por estos festejos.
El Ministerio Público está tratando de determinar si estas celebraciones fueron el detonante de una riña que tuvo lugar el 17 de junio, y que dejó a cuatro internos heridos. Cabe mencionar que semanas atrás, en el mismo centro carcelario, se había realizado un operativo del Gaula Militar que resultó en la incautación de varios celulares, cargadores, simcards y 360 gramos de marihuana.
Este no es el primer incidente en la cárcel de Valledupar. Constantemente se denuncian actividades irregulares permitidas a los internos, lo que ha mantenido a este centro bajo la estricta vigilancia de las autoridades.
La situación refleja un problema persistente en el sistema penitenciario del país, donde la corrupción y la falta de control permiten que se cometan actos contrarios a las normas establecidas, afectando no solo la seguridad del centro sino también la integridad del sistema de justicia.