En medio de las continuas investigaciones sobre la masacre ocurrida el 29 de diciembre en Aguachica, en la que murieron el pastor Marlon Lora, su esposa Yorley Rincón y sus hijos Ángela y Santiago Lora Rincón, la Fiscalía afirmó que descartó extorsión o confusión en el caso y reveló una nueva hipótesis sobre el ataque armado a esta familia.
Según el ente investigador, tras varios días de seguimiento, testimonios y búsqueda, no encontraron pruebas de que la familia hubiera recibido exigencias económicas por parte de delincuentes en su contra, y ahora sospechan que todo se pudo haber dado por un ajuste de cuentas, debido a presuntos vínculos entre el pastor Lora, o un familiar suyo, y un grupo delincuencial.
En esa hipótesis encajaría la muerte de Alexander González, conocido como alias El Calvo, un presunto capo del narcotráfico de 39 años, oriundo de Aguachica, Cesar. El Calvo, quien fue encontrado muerto dos días antes de la masacre, era la pareja sentimental de la prestamista Zaida Andrea Sánchez Polanco (que se encontraba en el restaurante el día del ataque y se presumía que era el real objetivo).
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¿Cuál es la nueva hipótesis de la Fiscalía?
De acuerdo con la investigación de la Fiscalía General de la Nación, un primo o el mismo pastor, Marlon, estarían vinculados con una organización criminal responsable del asesinato de Alexander González, alias El Calvo, ocurrido dos días antes del ataque a la familia Lora Rincón.
Y es que, según pudieron determinar las autoridades en una información publicada por El Tiempo, alias El Calvo habría tenido negocios con el pastor, a quien supuestamente le confió dinero y bienes materiales.
Además, también detallaron que la novia de “El Calvo”, Zaida Sánchez, que llevaba un atuendo similar al de la hija del pastor y decían que tenía un parecido físico con ella, habría estado ahí en el restaurante por casualidad. Por eso, la presunta confusión fue descartada.
De manera que bajo este escenario esta nueva hipótesis tomó más fuerza y los investigadores están tratando de descifrar si al final sí se trata de un familiar o del mismo pastor, quien tendría un nexo con criminales.
Para las autoridades, en el caso hay algo más detrás que un simple factor económico. Por esta razón, los investigadores están concentrados en analizar los registros de 70 horas de grabación de cámaras de seguridad aledañas al negocio ubicado en el centro de Aguachica, donde ocurrió el ataque armado.
También durante los últimos días, la Fiscalía ha solicitado en al menos cuatro audiencias los permisos necesarios para realizar interceptaciones telefónicas y acceder a información financiera de las víctimas, en bases de datos y entidades bancarias, para ver si hay más relaciones con el caso.
Mientras siguen investigando y analizando las pruebas que tienen, como las grabaciones, los retratos hablados de los presuntos sicarios, moto, huellas, testimonios, sigue vigente la recompensa de 50 millones de la Policía por información de valor.