La posibilidad de que las iglesias de todos los cultos tributaran al Estado se hundió este jueves, durante la conciliación de los textos de la reforma tributaria aprobados en el Congreso.
El artículo en particular contemplaba que las iglesias pagaran un 20% sobre las actividades que estuvieran fuera de la actividad religiosa. Es decir, la tributación se haría sobre medios de comunicación, alquiler de salones, rifas, crías de animales, entre otros ejercicios que son típicos para la sostenibilidad de los ritos.
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La conciliación del artículo había retrasado la aprobación definitiva de la reforma tributaria que pretende recaudar 22 billones de pesos para el gobierno de Gustavo Petro.
El impuesto al sector religioso se había hundido en Senado con 58 votos congresistas que se oponía frente a 28 a senadores que consideraban que las iglesias debían tributar; en el último debate de la Cámara, por el contrario, la mayoría de los congresistas optó por gravar a los religiosos. Esta situación obligaba a decidir en conciliación por cuál redacción de los textos se iba a optar.
La decisión de eliminar un eventual impuesto a las iglesias se tomó dentro de la comisión conciliadora –conformada por José Antonio Ocampo (Ministro de Hacienda), Alfonso Prada (ministro del Interior) y los congresistas Clara López, Juan Diego Echavarria. Álvaro Monedero y Jorge Bastidas–. Después de la reunión el texto conciliado será presentado, de nuevo, a las plenarias del Legislativo para que den la última votación antes de la sanción presidencial.
“Este es un país que respeta todas las religiones. No nos vamos a meter en eso (...) muchas iglesias tienen más bien falta de dinero; son poquitas las que tienen exceso de dinero”, fue la insistencia del ministro Ocampo una vez se conoció la proposición de la representante de los verdes, Katherine Miranda.
En todo caso, en el país hay 8.000 congregaciones –según MinInterior– que se salvaron de ser gravadas. La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) calcula que el patrimonio bruto de ellas estaría por encima de los $15 billones de pesos, mientras que el DANE asegura que los centros de credo generan en el país 260 mil empleos formales.
La coalición del gobierno en el Congreso tambaleó por cuenta de este artículo. De hecho, los liberales y la U –declarados de gobierno– se opusieron de entrada al impuesto eclesial.