Con la emergencia sanitaria por covid-19, el país retrocedió 9 años en indicadores de mortalidad materna. Para revertirlo hay que fortalecer el control prenatal y la vacunación en gestantes.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
De acuerdo con la Secretaría de Salud de Antioquia, en el 2021 los casos en el departamento se triplicaron en comparación a los datos registrados durante el año pasado.
Con la emergencia sanitaria por covid-19, el país retrocedió 9 años en indicadores de mortalidad materna. Para revertirlo hay que fortalecer el control prenatal y la vacunación en gestantes.
El Boletín Epidemiológico Semanal número 25 del Instituto Nacional de Salud (INS) incluyó una cifra devastadora: en 2021 han muerto 310 mujeres en Colombia durante el embarazo, cuando daban a luz o después de hacerlo. A esta cifra se le conoce con el nombre técnico de mortalidad materna y en 2020 llegó a niveles que no se registraban desde el 2011 (414 muertes), según los datos del INS y del Dane.
Para 2011 la cantidad de madres fallecidas por cada 100.000 bebés que nacieron con vida, también conocida como Razón de Mortalidad Materna (RMM), fue de 69,3 casos. Desde entonces los esfuerzos del Gobierno y las entidades de salud se concentraron en combatir este fenómeno, llegando a mínimos en 2018 cuando se reportaron 46,1 casos por cada 100.000 nacidos vivos. Pero la pandemia debilitó esos resultados, para 2020 la RMM era de 66,4, lo que representa un incremento de 38,4 % en comparación con el año anterior, y en lo que va de 2021 ya es de 69,4.
En la edición 25 del Boletín Epidemiológico Semanal de este año, en el cual están los datos registrados hasta el pasado 19 de junio, el INS reportó que un 25,6 % de las muertes fue por causas directas, es decir, que están relacionadas con problemas propios del embarazo, el parto o el puerperio (el período posterior al parto). Otro 24,8 % corresponde a causas indirectas, que tienen que ver con comorbilidades previas o que se presentan durante el embarazo, pero que no tienen una relación con este. El otro 49,6 % de los casos sigue en estudio.
“Retrocedimos nueve años en indicadores de mortalidad materna”, dijo Carlos Alberto Ramírez, médico ginecobstetra y secretario de la Junta Directiva de la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología (Fecolsog). Explicó que los indicadores de hace una década se dieron “antes de implementar medidas para disminuir la mortalidad por hemorragia posparto y por preclampsia sepsis”.
También llamó la atención sobre el hecho de que la causa indirecta que más muertes provoca es la “neumonía por covid-19”, que agrupa al 11,8 % de los casos totales.
La llegada de la pandemia
El pasado 28 de junio, Fecolsog emitió un documento técnico refiriéndose a las mujeres embarazadas y a los riesgos que representa para ellas contagiarse con el coronavirus.
“La evidencia actual ha demostrado que las gestantes tienen mayor riesgo que la población general de cursar una enfermedad grave por la infección Sars-CoV-2”, dice el texto. “Así mismo, las gestantes con covid-19 tienen mayor riesgo de parto pretérmino y probablemente de presentar otros desenlaces adversos”, añade.
Esta postura es apoyada por otras entidades de salud pública en el mundo, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés). Además de indicar que pueden agravarse con mayor facilidad que otras mujeres, esa agencia gubernamental advierte en sus recomendaciones oficiales que las gestantes “podrían tener mayor riesgo de tener otros resultados adversos durante el embarazo”.
Una revisión sistemática con metanálisis publicada por la British Medical Journal (BMJ), que inició en abril del año pasado y cuya versión final fue aceptada el pasado 21 de febrero, recopiló los datos de cerca de 192 estudios sobre la relación entre el coronavirus y el embarazo.
Entre otras cosas, se concluyó que después de contagiarse las mujeres embarazadas mostraban menos síntomas de covid-19, pero tenían 2,13 más probabilidades de ir a una UCI que aquellas que no eran gestantes y 2,59 más de requerir ventilación invasiva.
Según el documento compartido por Fecolsog, “las mujeres durante los 40 días del postparto mantienen un riesgo elevado de presentar complicaciones graves comparado con la población no gestante”. Por eso, en el texto le recomendaron al Ministerio de Salud tenerlas en cuenta como un grupo prioritario para el Plan Nacional de Vacunación.
Pero el coronavirus no solo representa un peligro para las embarazadas debido a las complicaciones que trae el hecho de que se contagien. También trajo un puñado de dificultades en materia de atención en salud.
De acuerdo con el doctor Luis Jorge Hernández, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Los Andes y miembro del Observatorio de Salud Pública y Epidemiología de esa institución, a raíz de la pandemia “las mujeres dejaron de ir a control prenatal y también disminuyó la captación temprana de las gestantes”. Señaló que esto es grave, porque no permite que se identifiquen factores de riesgo a tiempo durante el embarazo.
Dijo que ellas pudieron “sentir miedo de ir a los servicios de salud y de contagiarse. Asimismo, estos servicios estuvieron restringidos o cerrados, porque estaban muy enfocados en la atención de la covid-19”.
Y agregó que “una de las primeras causas de mortalidad materna en Colombia son las hemorragias. Muchas son producto de abortos inseguros, en condiciones insalubres, que pueden llevar a infecciones”, sostuvo Hernández. “Una mujer que no tiene acceso (a los servicios de salud) a veces puede optar por abortos inseguros y eso aumenta la mortalidad”.
En un comunicado enviado a EL COLOMBIANO, Catalina Echeverry, médica epidemióloga de apoyo para los eventos de maternidad segura de la Secretaría de Salud de Antioquia, también identificó varios factores de riesgo que se presentan en el país y en el departamento.
Manifestó que hubo dos condiciones que fueron determinantes en los últimos dos años: “La mortalidad en migrantes irregulares (en Antioquia en 2019 fallecieron seis migrantes irregulares; en 2020: cuatro, y en 2021: dos) y (las muertes) relacionadas con la infección por covid-19 (en 2020: fallecieron cuatro mujeres por infección a raíz de la covid-19, mientras que en 2021 han fallecido presuntamente 16 maternas por esta causa)”.
Agregó que “la pandemia también ha recrudecido las históricas dificultades que presenta el sistema de salud”. Según ella, esto se vio reflejado en el déficit del talento humano del sector y la insuficiencia de medicamentos, insumos médicos y espacios físicos para prestar los servicios de atención en salud.
La situación en Antioquia
“Para la semana epidemiológica 25 de 2021 se observó un aumento significativo en las muertes maternas tempranas comparado con el promedio histórico en las entidades territoriales de Antioquia, Bogotá, Casanare, Córdoba, Cundinamarca, Guaviare, Magdalena, Meta, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Santander, Santa Marta y Cali”, rezaba el Boletín Epidemiológico Semanal del INS.
Datos de la Secretaría de Salud de Antioquia muestran que, entre los meses de enero y junio de 2019 murieron diez madres durante el embarazo, dando a luz o después de dar a luz, lo cual representó una tasa de mortalidad de 28,1 muertes por cada 100.000 nacidos vivos. En el mismo período de 2020 hubo ocho muertes y una tasa de 23,5. Pero en 2021, para esos mismos meses, la cifra se disparó y se reportaron 27 mujeres muertas, lo cual representó una tasa de 79,3 casos por cada 100.000 nacidos vivos.
Estos datos indican que hubo un aumento del 337,4 % en los casos de muertes de madres gestantes antes, durante y después del parto.
Echeverry agregó que este fenómeno se está desarrollando de forma heterogénea en las subregiones del departamento. “Según datos disponibles de 2021, a la fecha (30 de junio) se encuentra que 10 fallecimientos ocurrieron en Urabá (seis en Turbo), seis en Valle de Aburrá (tres en Medellín), cuatro en Oriente (dos en Rionegro), tres en Occidente, dos en Bajo Cauca y uno en Nordeste”, resaltó Echeverry.
Las medidas por tomar
Uno de los pasos a seguir que es secundado por instituciones de ginecología y los expertos en salud pública es la aceleración de la vacunación de gestantes contra el coronavirus. Erwin Hernández, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana e investigador en atención primaria y salud pública, dijo que antes de suministrarles dosis a las mujeres embarazadas se tuvo que verificar que “no fueran a ser perjudiciales ni para la mamá, ni para el bebé”.
Esto se demoró un poco más en saberse, debido a que las farmacéuticas en un primer momento no incluyeron a las embarazadas en los ensayos clínicos. Pero Hernández advirtió que la evidencia científica muestra que las vacunas en esta población “son seguras”.
Por su parte, Luis Jorge Hernández opinó que es fundamental priorizar a las gestantes en el Plan Nacional de Vacunación por los riesgos que el virus representa para ellas. A través del Decreto 630 del 9 de junio, el Ministerio de Salud expidió la reglamentación para que las mujeres embarazadas y aquellas que dieron a luz hace menos de dos meses puedan acceder a las vacunas.
El experto sostuvo también que es fundamental “reforzar todos los programas de salud sexual y reproductiva”. Dijo que “hay que fortalecer los programas de consejería y de control prenatal. Esos servicios no se pueden cerrar, deben estar activos”. Y subrayó la importancia de “buscar a las gestantes” para ampliar la cobertura del control prenatal de calidad.
En síntesis, añadió, es fundamental retomar los programas de salud pública, que se descuidaron en la pandemia.