La muerte por coronavirus de Antonio Bolívar, el indígena que protagonizó la película El Abrazo de la serpiente, muestra la crítica situación que vive Amazonas y sus habitantes por la pandemia, pues la falta de insumos, el poco personal médico y las dificultades económicas son una realidad que golpea, día a día, a sus habitantes.
Otro ejemplo de esto es lo que cuenta uno de los empleados del sector salud en esta zona y que conoce de primera mano las dificultades que se hicieron más evidentes desde el pasado 17 de abril, cuando se notificaron los primeros cuatro casos de coronavirus en esa región.
Dice que la situación es complicada, pues en Leticia apenas cuentan con un hospital público y una clínica privada que, en sus palabras, “están a punto de colapsar por la falta de camas y médicos para la atención”, y eso que hasta el viernes pasado tenía 105 casos confirmados y siete muertos, según el reporte entregado por el Ministerio de Salud.
El jueves el Gobierno envió personal médico e insumos para mitigar el impacto, pues en Leticia y Puerto Nariño, sus dos municipios, las dificultades están a la orden del día.
Ante este panorama, asegura que “no tenemos personal asistencial suficiente para responder ante las necesidades de nuestro departamento, no contamos con la capacidad instalada, tenemos 11 unidades de cuidados intermedios y ocho ventiladores”.
El gobernador, Jesús Galdino Cedeño, también ha hecho insistentes llamados para que el apoyo, tanto de personal como de recursos, llegue al departamento. “Amazonas se encuentra en emergencia” es la frase que más repite el funcionario, al destacar que “necesitamos el auxilio del Gobierno, que se agilice el envío de recursos, porque hasta este momento no los tenemos y no sabemos cómo deberá ser el manejo”.
Este escenario lo respalda el alcalde de Leticia, Jorge Mendoza, quien aunque reconoce que el jueves llegaron insumos y médicos, aún hay necesidades que se deben seguir fortaleciendo “para que la tragedia no sea más grande”.
Duras realidades
Y eso que no se ha mencionado la poca atención en salud que se tiene en los nueve centros poblados de Amazonas, donde de acuerdo con la habitante de Leticia Yohana Pantevis, historiadora y estudiante del doctorado en Estudios Amazónicos de la Universidad Nacional, “solo hay técnicos en enfermería, pero no médicos, y la atención se brinda en puestos de salud”.
Esta situación se torna más grave si se tiene en cuenta que tres de cada 10 personas (34,92 %) tienen sus necesidades básicas insatisfechas, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane); el acceso a acueducto apenas llega al 38,7 % de la población, según el portal Terridata del Departamento Nacional de Planeación (DNP), y la cobertura en salud es del 90,49 %, referencia el Ministerio de Salud lo que permite hacer un acercamiento a las desigualdades que allí se padecen.
Pantevis agrega que el contexto que se tiene en la actualidad no es muy distinto al de otras zonas, como Quibdó (Chocó), donde solo cuentan con un hospital público.
Para ella, lo que pasa estaba anunciado y se preveía, sobre todo porque cuando se tomó la decisión de cerrar las fronteras nacionales e internacionales, tanto por vía terrestre o fluvial, no se tuvieron en cuenta vías de acceso propias como los que tiene Leticia.
“Nuestros mayores interlocutores han sido nuestros vecinos o familiares, en Tabatinga, y los leticianos vamos de allá para acá, ya sea a comprar o a visitar”, expresa.
Esto también lo respalda el alcalde de Leticia, quien señala que esto dificulta el control territorial, sobre todo “porque tenemos familias que tienen la mitad de su casa en Colombia y la otra mitad en Brasil, donde los controles no han sido tan estrictos como los que se implementaron aquí”.
Esta frontera, que además de Brasil incluye a Perú, también complica las cosas y los hace más vulnerables.
De hecho, de acuerdo con el informe detallado de los casos del Instituto Nacional de Salud, un caso llegó de Perú y otros ocho lo hicieron desde Brasil, donde según señala Pantevis, las Unidades de Pronta Atención (UPA) ya tienen desbordada su capacidad de atención. “Y es normal, si estoy enfermo, y estoy en Tabatinga, me cruzo como sea, así haya un policía y un soldado en cada esquina”.
Entendiendo este panorama y conociendo sus necesidades, el gobernador deja claro: “Necesitamos avión ambulancia, ambulancia acuática, elementos de protección, más personal de salud, por favor”, previendo el aumento de casos en las próximas semanas.
¿Y el Gobierno?
“En coordinación con el gobernador del Amazonas y el alcalde de Leticia se hará un programa integral que busca proteger a la población”, indica el ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, quien agrega que dadas las dificultades por la triple frontera, se reforzarán los equipos profesionales en la zona.
Ante esto, agrega el ministro, “ese riesgo requiere de medidas especiales para poder contener ese foco de contagio, incluye acciones donde se apoyará a la población indígena, el apoyo para generar camas y disponibilidad de UCI”, agrega Ruiz Gómez, al resaltar que el jueves llegaron dos ventiladores, un grupo de enfermeras y médicos, que en convenio con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), estarán en la zona para garantizar la atención.
Al respecto, el alcalde de Leticia señala que la situación “es muy alarmante” y aunque agradece el apoyo del Gobierno Nacional, pide que se mantenga “e implementen otras medidas para tener un control más fuerte en la frontera”.
Amazonas es un ejemplo de la crítica situación en salud que quedó en evidencia con el coronavirus en el país. Mañana publicaremos una radiografía de Villavicencio, y el martes, de Nariño.