A Colombia podrían llegar las brigadas de médicos venezolanos que son entrenados por el régimen de Nicolás Maduro con apoyo técnico de Cuba. Esa fue la nueva alerta que llegó en medio de la puja legislativa por la reforma a la salud, debate que se acentúa esta semana cuando el Partido Liberal se alista para radicar una nueva propuesta para ese articulado, este 20 de julio.
La alerta fue emitida por el Colegio Médico Colombiano y cayó el mismo fin de semana que el expresidente rojo, César Gaviria, mostró las 64 páginas del proyecto de ley estatutaria que promete hacerle contrapeso al texto del Gobierno de Gustavo Petro que está ad portas de su segundo debate en la Cámara de Representantes.
La iniciativa de los liberales mantiene a las Entidades Prestadoras del Servicio de Salud (las EPS), la integración vertical del sistema y la participación de privados en este. Precisamente, los puntos que los partidos tradicionales le estuvieron pidiendo al Gobierno desde febrero –cuando Petro y su exministra de Salud, Carolina Corcho, presentaron el articulado– y que han sido el centro de la discordia con los delegados del Ejecutivo porque la Casa de Nariño no los escuchó.
A oídos sordos, una contrarreforma del segundo partido con más asientos en el Congreso (46 escaños) que será presentada este mismo 20 de julio en la instalación del nuevo año de sesiones en la que, por primera vez, Petro dará su discurso como presidente ante un Congreso en pleno en el que se le desbarató la que parecía ser una aplastante bancada progobierno.
La contrareforma liberal recoge desde su primer punto la solución a los reparos que habían señalado los partidos de oposición e independientes. Se trata de un proyecto de ley estatutaria, lo que implica que tenga que tramitarse por la Comisión Primera porque entiende que se está modificando un derecho humano, y parte de la base de “construir sobre lo construido”.
Esas son palabras de Germán Escobar, el viceministro de Salud de la administración de Iván Duque y uno de los autores del articulado liberal. El texto mantiene la competencia entre EPS privadas, pero permite que en las zonas rurales donde no hay buena cobertura de los particulares el Estado concentre esos servicios.
El exviceminsitro lo describe como “un proyecto que aborda los problemas puntualmente, no re-funda el sistema y toma lo mejor de las propuestas que han surgido en estos meses de debate (incluidas las del Gobierno)”.
¿Qué es lo que se queda de la propuesta petrista?: la Atención Primaria en Salud (APS) y la Atención Primaria en Salud (CAPS), dos ítems que están en el articulado inicial del Gobierno y que hacen parte de su bandera de prevención.
Puja de reformas
La carta liberal para la reforma a la salud ya está sobre la mesa, pero requiere respaldo. Desde el Partido de la U le dijeron a este diario que Dilian Francisca Toro, la presidenta de la colectividad, siempre ha destacado las líneas rojas del expresidente Gaviria.
La cuestión es que la decisión de apoyar o no el articulado tardará, al menos, hasta el 25 de julio cuando esa bancada “independiente” tiene programada una reunión. Por los lados del Partido Conservador, otro declarado en independencia desde mayo, ese análisis también tendrá largas.
Pero la pelota está en el lado de la cancha del Ejecutivo porque, como lo dijo uno de los representantes que ha promovido el articulado actual: “Esperaremos a ver qué va a pasar también con el Gobierno”, un guiño directo al ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, el llamado a rescatar la unidad de la bancada.
Pero no se puede ignorar que han sido tales las alertas por la estatización de la salud que propone la reforma del Gobierno que en el Congreso ya había empezado a hacer carrera otro articulado: el de Cambio Radical presentado por el mismo exvicepresidente, Germán Vargas Lleras, y su bancada. Con tres proyectos de reforma a la salud andando, la normativa del Congreso puede exigir que todas las propuestas se junten en una sola, una amenaza directa para el proyecto de ley presentado por Petro en febrero.
Alerta por médicos venezolanos
Mientras se resuelve el debate por las reformas, al catálogo de señales de alarma por los cambios en el sistema de salud que estas implementarían llegó una exportada directamente del chavismo. El Colegio Médico Colombiano alertó sobre los riesgos de la posible llegada de Médicos Integrales Comunitarios (MIC) venezolanos a Colombia.
Se trata de un formato de médicos venezolanos cuya formación es pagada por Cuba que implementó Hugo Chávez para responder a la baja cobertura en salud de Venezuela y que el régimen de Nicolás Maduro mantiene como respuesta a la crisis en el sistema de salud venezolano.
El problema es que los graduados de ese programa que imparte directamente el régimen solo estudian durante tres años, no seis como sucede en Colombia, y su currículo no es homologable al nacional, por lo que su formación –en realidad– es de promotores en salud, no de médicos.
El ponente de la reforma a la salud y representante del Pacto, Alfredo Mondragón, dijo a este diario que “si algún parlamentario tiene esa iniciativa, tendrá que llevarla al pleno del Congreso”. Ese paso ya se dio: el senador del Pacto Histórico, Robert Daza, realizó una mesa técnica en el legislativo para revisar cómo replicar ese modelo en Colombia. Pero su idea no es respaldada por la comunidad médica.