Mario Alberto Castaño Pérez murió a los 51 años de edad y en el pico más bajo de su reputación y de su carrera. Recluido en la cárcel de alta seguridad La Picota, el exsenador falleció por lo que sería un paro cardiaco y tras reconocer ser el líder de una poderosa red de corrupción en la contratación pública del país.
Durante los últimos dos años, Mario Castaño fue el lunar del Partido Liberal y una de las grandes penas del Senado de la República, desde donde el entonces congresista tejió todo el entramado corrupto por el que lo condenaron a 15 años.
Tal como él mismo confesó ante la Corte Suprema, su tarea era recibir a contratistas y empresarios y ofrecerles contratos en varios departamentos del país a cambio de recibir coimas.
En la mayoría de casos, Castaño y sus aliados recibían el 10% o incluso más de cada uno de esos contratos, por lo que esa red habría movilizado y acaparado más de 3.000 millones de pesos en Caldas, Chocó y Risaralda, entre otros.
En esas reuniones bajo cuerda, el exsenador usaba su poder, su conocimiento y sus aliados para ajustar casi que “a bolsillo” los pliegos contractuales y las condiciones exigidas en licitaciones de obras públicas de esas regiones.
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Con ese paso listo, los empresarios se presentaban a las licitaciones y ganaban los contratos aun sin tener la experiencia suficiente o sin ser el mejor oferente, lo que generó millonarias pérdidas del presupuesto del Estado.
Pero, ¿quién era Castaño y que se sabe de su pasado?
El profesor que se convirtió en un congresista corrupto
Quienes conocieron al exsenador Mario lo describen como un hombre alegre, con don de gente y poder de convencimiento. Por eso, las investigaciones en su contra cayeron como un baldado de agua fría en el Congreso, en donde lo reconocían como un senador estudioso y amiguero.
Nació en Pácora, Caldas, y estudió contaduría pública y gerencia financiera en la Universidad de Manizales. Más tarde también se graduó de magíster en administración del Instituto Tecnológico de Monterrey, en México, y con esos títulos alcanzó a ser profesor de varias universidades de la región.
Tuvo dos hijos y también dos mujeres. Daniela Ospina, de 32 años, fue su novia y también una de las capturadas e investigadas por el escándalo de corrupción. Del otro lado, siendo la esposa de “toda la vida”, se encontraba Gloria Lucía Betancur Ciuffetelli, una mujer de 62 años que también está en el ojo de las autoridades por poseer más de 20 bienes a su nombre, varios de ellos en Antioquia.
En la política, Castaño se hizo conocer en Caldas como dirigente sindical y luego como político. Su manera de convencer electores era a punta de infraestructura. Arreglaba calles mientras hacía campaña y prometía arreglar muchas más cuando estuviera en el Congreso.
Desde ese entonces, los caldenses ya se preguntaban de dónde sacaba tanta plata Castaño, a quien toda la vida conocieron como un hijo de obreros y de clase media.
Con ese poder y conocimiento, Castaño fue electo para ser representante a la Cámara entre 2014 y 2018 y repitió en el Congreso, quedando como senador para el período 2018 - 2022. Tras declararse culpable, el exsenador se fue quedando solo.
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Finalmente, la investigación avanzó lo suficiente y Castaño fue condenado por la Corte Suprema de Justicia a 15 años y 11 meses de prisión. Esa pena, luego de ser acusado por 19 delitos relacionados con concierto para delinquir, peculado por apropiación, tentativa de peculado por apropiación, estafa agravada y concusión.
Por ahora, la investigación sigue su curso para dar con los demás alcaldes, funcionarios y particulares que participaron en la red de corrupción.
Ese mismo día en que capturaron a Mario Castaño, también cayeron otros presuntos implicados como Daniela Ospina Loaiza, quien era su novia hasta que estalló el escándalo; el contratista Santiago Castaño, la lobista Nova Lorena Cañón y otras seis personas.
De todos ellos, varios han preferido guardar silencio y tanto Santiago Castaño como Nova Lorena se convirtieron en las piezas claves del caso con las que la Corte han ido revelando todos los implicados.
Por ahora –y tal como informó el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec– el exsenador habría muerto por un infarto fulminante. Sin embargo, las autoridades ya están en el lugar para adelantar todas las investigaciones correspondientes.