El presidente Iván Duque habilitó el Cruce de la Cordillera Central, el megaproyecto de infraestructura que conecta el suroccidente con el centro del país, uniendo Quindío con Tolima, y que tardó diez años en completarse.
El complejo de 60 obras, en el que se invirtieron 2.9 billones de pesos, se compone de 25 túneles, 31 puentes y tres intercambiadores viales entre Calarcá y Cajamarca, con 30 kilómetros de doble calzada; de ellos, 22 kilómetros son túneles, entre los que se cuentan el de La Línea y el viaducto Yarumo Blanco, y 5 kilómetros son puentes.
“¡Hoy Colombia hace historia!”, pronunció el mandatario en la inauguración de este lunes y resaltó el trabajo realizado en la conclusión de la obra: “Es con hechos como hoy todo un país se enorgullece de que esta infraestructura, que ya es un hito, fue construida con ingeniería y mano de obra colombianas. Llegamos con el compromiso de concluir, concluir y concluir, y es con este Cruce de Cordillera Central como estamos conectando a Colombia, creando emprendimiento, legalidad y generando equidad”.
Para el Gobierno, esta obra, denominada como la más grande de la historia de Colombia, supone un cambio en la movilidad el país, pues mejorará las condiciones de los transportadores, por significar un ahorro de tiempos de viaje y menores congestiones.