Han pasado cinco años desde que se conoció que el entonces contralor de Antioquia, Sergio Zuluaga, había usado el hospital público La María para realizarse cirugías estéticas con el aval de quien era el director, William Marulanda Tobón, que también había operado a algunos familiares. El hecho le valió una investigación penal, estuvo privado de la libertad unos cuantos días y lo dejaron libre porque no era un riesgo para la sociedad; hasta hoy el proceso está abierto. Sin embargo, se abre un nuevo capítulo.
Fue el exconcejal Bernardo Alejandro Guerra quien reveló el caso de Zuluaga y, entre los documentos que presentó en una sesión del cabildo, había apartes de la historia clínica donde se revelaba que con el procedimiento se iba a hacer “un mejoramiento del entorno corporal”. La denuncia fue todo un escándalo, pero la sorpresa llega ahora desde otra banda: la Procuraduría investiga a Guerra porque reveló un documento privado.
No deja de ser extraño que ahora el ente investigador repita en contra del exconcejal, que fue uno de los principales investigadores del caso Zuluaga, pues también reveló que este había presentado un título falso de doctor que fue fundamental para quedarse con el cargo de contralor, del cual tuvo que separarse durante diez meses por una sanción de la Procuraduría.
Dice la Procuraduría que con las pruebas que tiene en contra de Guerra se concluye que este “no solicitó al Hospital La María de Medellín copia física o electrónica de la historia clínica del ciudadano Sergio Zuluaga Peña; sin embargo, sí tuvo acceso a la misma, ya que en las diversas entrevistas que concedió a los medios de comunicación como Telemedellín Noticias, Teleantioquia, Hora 13 Noticias y CM&, los días 13 y 20 de octubre de 2016, hizo referencia a información y datos puntuales contenidos en ese documento de carácter reservado. Situación que también aconteció en la sesión ordinaria del Concejo de Medellín del día 13 de octubre de 2016”
Guerra dice que cuando era vicepresidente del Concejo de Medellín llegó hasta su despacho un documento en el que se denunciaba a Zuluaga. Allí había parte de la historia clínica del excontralor, incluso, se revelaba que se había sometido a una extracción de la próstata. “Yo solo tomo apartes del anónimo, donde dicen que el funcionario tomó un mejoramiento del entorno. Allí también dice que el mismo subgerente del hospital lo atendió en su casa”.
El caso cobró vuelo después de la denuncia de Guerra. La Superintendencia de Salud envió investigadores para corroborar el supuesto cartel de cirugías. Efectivamente encontraron que se había abierto un servicio de cirugías para funcionarios que finalmente no pagaban el valor real del procedimiento; además, pudieron comprobar 36 irregularidades que representaron un detrimento de más de 20.000 millones de pesos.
Los abogados de Sergio Zuluaga insisten ahora, cinco años después, que hubo anomalías en la publicación de la historia clínica, pues además de que las EPS e IPS tienen la debida custodia sobre las historias clínicas, “los servidores públicos también tienen el deber de custodiar la información confidencial que llegue a sus manos. Es decir, si me llega la información sagrada, como la historia clínica de una persona, yo no puedo divulgarla en un debate”.
Hay que recordar que Zuluaga tuvo varias investigaciones, además de las cirugías presuntamente realizadas de manera irregular en una institución pública —institución que él vigilaba—. Fue inhabilitado por presentar información falsa en su hoja de vida y capturado por la Fiscalía por presuntamente usar la Contraloría para sobornar a funcionarios públicos, esta investigación sigue en firme, pese a que el sindicado está en libertad porque después de tanto no hay condena.
La Procuraduría ahora tiene todos los documentos en las manos, esa misma Procuraduría que inhabilitó a Zuluaga por diez meses, ahora puede ir en contra de su denunciante número uno. Guerra dice: “Esto es insólito”
