El exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, se trepó en las encuestas durante las últimas semanas bajo las banderas del movimiento Liga de Gobernantes Anticorrupción.
Hoy tiene un proceso penal abierto en la Fiscalía por el delito de presunto interés indebido en la celebración de contratos. En la opinión pública se le conoció como el caso Vitalogic.
De acuerdo con el escrito de acusación conocido por EL COLOMBIANO, en la Alcaldía de Hernández se celebró un contrato de consultoría para tecnificar el manejo de las basuras en Bucaramanga. El contrato se firmó en julio de 2016 entre José Manuel Barrera Arias, quien en su momento fungía como gerente de Empresa Municipal de aseo de Bucaramanga (EMAB) y el contratista Jorge Hernán Alarcón Ayala.
Tenía un costo inicial de $344 millones y se ejecutaría en el manejo de desechos del relleno sanitario El Carrasco, del departamento de Santander. La obra que planeaba hacerse tendría una duración de hasta tres décadas.
Al hoy candidato presidencial Rodolfo Hernández se le señala de haber citado a Barrera Arias, quien en ese entonces era su subalterno, para que le entregara el contrato de asesoría a Alarcón Ayala. Supuestamente, el hijo de Rodolfo Hernández, Luis Carlos Hernández, habría acordado repartir coimas entre los firmantes del contrato para que fuera otorgado a la firma Vitalogic RSU.