Los congresistas no sabían si escuchaban a un presidente o a un director técnico. En su reunión con los delegados de Cambio Radical el pasado 10 de enero, el mandatario Iván Duque evitó las palabras “ministros”, “Congreso” y “reformas”, y las cambió por jugadores, partidos y goles.
“Yo dirijo un equipo de fútbol”, dijo Duque, “pero en mi equipo tengo jugadores con tarjeta roja, otros con tarjeta amarilla y otros lesionados que no puedo volver a meter en la cancha. Tengo que mirar cuáles reemplazo”.
El mensaje, conocido por EL COLOMBIANO a través de un representante del partido, era claro: una invitación a Cambio Radical para formar parte del gabinete. La oferta también le fue formulada, a su manera, al Partido Conservador –declarado de Gobierno pero sin representación ministerial– y al De la U, que en el papel hace parte de la coalición, pero en la práctica ha votado independiente y hasta encabezó la moción de censura contra el entonces ministro de Defensa, Guillermo Botero .
Duque no mencionó directamente las carteras; en su lugar –cuenta la fuente de Cambio Radical–, invitó a los partidos a presentarle hojas de vida “con experiencia en los sectores de agricultura, la salud y nuevas tecnologías”.
Pero esta semana las palabras ambiguas se convirtieron en hechos. Duque nombró una ficha de cada uno de estos tres partidos en su gabinete: Fernando Ruiz Gómez, por Cambio Radical, en el Ministerio de Salud; Ángel Custodio Cabrera, excongresista de la U, en el de Trabajo; y Rodolfo Enrique Zea, cercano al partido Conservador, en la cartera de Agricultura.
Así, la consigna inicial del Gobierno de nombrar ministros técnicos, sin consultar con los partidos, quedó al abolida, luego de haberle costado 18 meses sin mayorías en el Congreso.
Sonajeros enfrentados
En la repartición, más que contentar a los actores, Duque se aseguró de elegir a cuáles no dejar inconformes.
Priorizó, por ejemplo, al jefe de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, sobre Dilian Francisca Toro. La exgobernadora del Valle del Cauca, ficha clave del Partido de la U y opción fija para el Ministerio de Salud.
Sin embargo, según contó un congresista de ese partido, “Germán Vargas manoteó la mesa: pidió el ministerio para él”. Y el gobierno acató. Eligió a Fernando Ruiz Gómez, un médico cirujano reconocido por su trayectoria académica y su paso por el viceministerio de Salud en el Gobierno Santos, pero sobre todo por su cercanía al exvicepresidente.
Así lo confirmaron los cuatro congresistas de Cambio Radical consultados para este artículo. Uno de ellos, a quien no le cayó bien el nombramiento, fue más lejos: “No es una ficha del partido, sino de Vargas Lleras”.
De hecho, la elección de Ruiz dejó por fuera del gobierno a la apuesta de la casa Char, el clan de la costa Atlántica que cada vez tiene más influencia en Cambio y que apostaba por el actual secretario de salud de Barranquilla, Alexander Moscoso.