La confesión que hizo Nicolás Petro Burgos ante la Fiscalía sobre la filtración de dineros cuestionados a la campaña presidencial de su papá, Gustavo Petro, agudizó la crisis de gobernabilidad con la que lidia la Casa de Nariño en el Congreso y podría terminar de implosionar lo que queda de la coalición de gobierno.
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Esta ruptura definitiva podría materializarse por cuenta del portazo que planea darle al presidente la Alianza Verde, el partido que más le había demostrado lealtad a la fecha, pero que ahora se reunirá para evaluar la posibilidad de dar un giro a la independencia, según lo confirmó la senadora Angélica Lozano, quien es partidaria de ese distanciamiento.
Y la posible rebelión de los verdes no es la única situación adversa que está enfrentando el Gobierno en el Capitolio, ya que al interior de otras colectividades como el Partido Conservador y el Liberal, que antes eran aliadas suyas, están pidiendo endurecer el control político y las investigaciones que se adelantan contra Petro. Entre tanto, desde sectores de oposición se propuso incluso llevarlo a un juicio político.
Verdes podrían partir cobijas
El respaldo irrestricto que la Alianza Verde en pleno le había manifestado al Gobierno flaqueó en cuestión de dos semanas por el escándalo que ventiló el hijo del presidente. Y es que después de que la colectividad aseguró el 20 de julio que estaba firme con Petro, este viernes esa lealtad fue puesta en tela de juicio y el eventual divorcio político se definirá el próximo miércoles.
Al respecto Lozano, quien fue la candidata de Petro para presidir el Senado, reconoció que no se siente cómoda en la coalición de gobierno tras la confesión de Petro Burgos sobre dineros calientes y detalló que las directivas de la colectividad verde se reunirán el 9 de agosto para reconsiderar y definir su posición frente al Gobierno de Gustavo Petro.
“La gobernabilidad para el presidente queda completamente comprometida. No solo la agenda de las reformas sociales, sino el direccionamiento cotidiano del Estado”, expuso en la W la senadora, quien comparó este escándalo con el proceso 8.000, sobre dineros de narcos que permearon la campaña de Ernesto Samper.
Lo cierto es que esta posible partida de cobijas no está del todo asegurada, ya que la decisión la tomarán en consenso las directivas de la colectividad y Carlos Amaya, uno de los copresidentes del partido, que se opuso a la idea de Lozano de dejar la coalición.
“Creo que es un error que la Alianza Verde profundice la desestabilización del país y se salga de la coalición de gobierno, lo dice alguien que no votó por Petro”, expuso Amaya.
Por ahora la decisión tendrá que esperar hasta el miércoles, pero está claro que hay voces en la bancada legislativa de esta colectividad que prefieren optar por la independencia en el Congreso como las de Lozano, Iván Name –el presidente del Senado–, Jota Pe Hernández, Katherine Miranda, Catherine Juvinao.
‘Acuerdo nacional’ se embolató
Con esta nueva crisis política a la vuelta de la esquina se empezó a desinflar la propuesta en la que ha insistido el presidente de construir un ‘gran acuerdo nacional’ entre las fuerzas de distintas vertientes y, de paso, podrían seguir enredándose las ambiciosas reformas sociales que han estado estancadas por falta de consensos en el Legislativo.
Y es que el impacto del escándalo de Petro Burgos ha sido tal que logró alinear a la mayoría de los partidos tradicionales para darle la espalda al Gobierno. Desde colectividades como el Conservador, Liberal, Centro Democrático y Cambio Radical han manifestado que más que buscar acuerdo el presidente debe dar respuestas y explicaciones sobre las acusaciones de su hijo.
Por ejemplo el presidente de la Comisión Primera del Senado, el conservador Germán Blanco, planteó que para tramitar reformas profundas y proyectos de ley relacionados con la ‘paz total’ se debe evaluar primero la legitimidad del Gobierno, en medio de los señalamientos de presunta ilegalidad en la financiación de la campaña presidencial.
“Tendrán que dar explicaciones públicas para que existan las credibilidades necesarias para darle trámite a proyectos que le apuntan precisamente a que el país entre en una pacificación y se gane en confianza, en moralidad y en legalidad”, expuso Blanco.
En las toldas del partido Liberal el expresidente César Gaviria, jefe de la colectividad, planteó que se deben realizar los debates de control político al Gobierno Petro buscando preservar la democracia y garantizando que Petro cumpla su periodo hasta el año 2026.
“El Congreso debe realizar un control político solo con información que haya sido validada por las autoridades judiciales, como la Fiscalía General de la Nación, la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional”, expuso Gaviria, quien desde marzo rompió relación con el jefe de Estado.
A esta predisposición de los partidos se le suma el anuncio de la Comisión de Acusación sobre el inicio de las pesquisas a Petro en lo relacionado con la financiación de su campaña. Además, ante esa célula el representante Christian Garcés, del Centro Democrático, pidió dar inicio a un juicio político a Petro.
Este panorama dejó claro que la gobernabilidad de Petro está en riesgo y solo hasta el miércoles se sabrá su coalición quedará desahuciada ya que si los verdes deciden salirse, en la práctica solo estaría acompañándolo el Pacto Histórico y minoritarios como el Partido Comunes y la ASI.