En entrevista con EL COLOMBIANO, la representante se refirió a la injerencia de Gustavo Petro en el proceso interno de los verdes por elegir al próximo presidente de la Cámara. Reclama que, aunque el Gobierno habla de diálogo nacional, “en la práctica está excluyendo sectores”.
La puja por la elección del próximo presidente de la Cámara, que por acuerdos le corresponde a la Alianza Verde, llegó a su punto más álgido. Si bien la pelea está zanjada entre un sector independiente y crítico con el Gobierno –que lidera la representante Katherine Miranda–, y otro que es más afín a los intereses de Gustavo Petro, este miércoles el presidente convocó a Palacio únicamente al sector que compagina con sus ideas.
Semejante ninguneada, por supuesto, no cayó bien en un sector de los verdes que se sintió excluido y que alertó que la reunión a manteles entre el presidente y los verdes petristas es una clara intromisión del Gobierno en una decisión interna. En diálogo con EL COLOMBIANO, la representante Katherine Miranda rompió su silencio y se refirió a este tipo de comportamientos.
Según la congresista, si bien Petro habla de un diálogo nacional, en la práctica está excluyendo sectores. Además, defendió la participación de los cinco congresistas de la Centro Esperanza en el proceso –lo que en la práctica le garantiza mayorías en la elección– y le envió un mensaje directo a los propios miembros de su partido: “uno no vende la panela propia hablando mal de la ajena”.
Este miércoles hubo una reunión en Palacio entre el presidente Gustavo Petro y la bancada del verde. ¿Por qué no la invitaron?, ¿cómo recibió esa ninguneada del Gobierno?
No solamente fui yo, sino que fuimos varios los excluidos de la bancada. Es un pésimo mensaje para el partido. En el discurso están hablando de un diálogo nacional, pero práctica están excluyendo sectores muy importantes de la Alianza verde. Insisto, es un pésimo mensaje, pero más que para nosotros, para el partido.
Tanto el presidente como el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, negaron que estén tratando de interferir en el proceso interno de los verdes. ¿Les cree o teme una ‘jugadita’?
La realidad contradice sus palabras. Tengo la esperanza de que el Gobierno Nacional entienda que esta es una decisión del Congreso y de la bancada Verde-Centro Esperanza. Espero que respeten la decisión que nosotros ya tomamos por mayoría.
En ese orden de ideas, aprovecho para dar un mensaje de tranquilidad al Gobierno, a las bancadas, a la opinión pública y a la ciudadanía de que la Presidencia que vamos a tener será garantista, completamente apegada a la ley y a la Constitución, y que realmente dignifique el trabajo del congresista.
La nuez del asunto es si en la decisión de la bancada tendrán voz y voto los cinco miembros de la Centro Esperanza, con quienes el Verde hizo coalición para ganar en 2022. ¿Ya está definido si participarán o no?
Hay un sector que quiere excluir a la Centro de Esperanza, pero es un sector minoritario al interior del partido, pero sobre todo minoritario al interior del Congreso. Todo compromisario de los otros partidos sabe que nosotros logramos obtener la dignidad de la Presidencia de la Cámara porque logramos 20 escaños: 15 del Verde más cinco independientes. Eso nos permitió acceder a esa dignidad.
Esta discusión la tuvimos hace dos años y en ese entonces, como puede pasar ahora, las curules de paz decían que al tener 16 integrantes, ellos merecían esa dignidad y no el Verde. Sin embargo, el acuerdo al que se llegó es que, como nosotros éramos 20 con Centro Esperanza, podíamos acceder a esta dignidad.
Así que todo esto no es más que una discusión inocua que lo que busca es dilatar e irrespetar la decisión que ya tomamos como mayoría. Insisto, para ningún compromisario de los partidos políticos es discutible que el Verde hizo números con la Centro Esperanza para obtener esta dignidad.
Por lo tanto, nosotros en conjunto debemos decidir. Pero es que además así lo decidieron y así lo ratificaron los presidentes de nuestro partido en una reunión el 20 de junio con la Centro Esperanza. Ese día no solamente dijeron que ellos hacían parte de la decisión, sino que adicionalmente ya les pidieron el voto y ellos ya lo dieron delante de los presidentes de mi partido.
Es decir, ¿ya está definido que la Centro Esperanza sí va a participar?, ¿qué dicen las directivas?
Más que de las directivas, es de la bancada y es en respeto completamente a los acuerdos. Nosotros, al ver que no se pudo lograr un consenso y que había una división tan grande al interior del partido, por mayoría tomamos la decisión de postular mi nombre. Entonces ya la decisión de directivas o de partido pasó un segundo plano. Nosotros ya enviamos la carta oficial a los partidos políticos con la candidatura, incluyendo la Centro Esperanza.
¿Siente que al interior de los verdes tiene todas las garantías para participar en esta elección?
Mi abuelita me enseñó que uno no vende la panela propia hablando mal de la ajena. No voy a hablar mal de mis compañeros. Son personas muy capaces y buenos congresistas la mayoría de ellos, pero hoy, más que de garantías, yo hablo desde los tiempos y la necesidad de la toma rápida de decisiones.
El partido ya sufrió con una decisión sobre el tiempo cuando fue elegido Iván Name por encima de Angélica Lozano en el Senado en el periodo pasado. No queremos pasar por la misma situación, por eso actuamos en mayorías tomando la decisión de la candidatura.
¿Por qué los verdes y el Congreso deberían apostar por el nombre de Katherine Miranda en lugar de otros candidatos?
Llevo 14 años en el Congreso. Fui la primera presidenta mujer de las comisiones económicas en la historia del Congreso. Más que promesas, mi trabajo está sobre la mesa. Los congresistas a mí me conocen hace muchísimos años. Saben que soy una mujer rigurosa, disciplinada, trabajadora e independiente. Mi trabajo va a ser en pro del Congreso y no en pro de clanes políticos ni nada por el estilo. Mi trabajo antecede a mi nombre.
¿Está confiada de que la propia Cámara respete los acuerdos y escoja a quien decida el verde?
Sí, los compañeros son conscientes del trabajo, pero sobre todo de la necesidad de tener una Presidencia que realmente trabaje por el Congreso, trabaje por nuestros proyectos y que logre un equilibrio sano en la legislación.
