Luego de una medida cautelar adoptada por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad en Norcasia, Samaná y Victoria, Caldas. La Jurisdicción Especial para la Paz junto con la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas, dieron a conocer un importante hallazgo.
Fue en el cementerio San Agustín, del municipio de Samaná, en donde miembros del equipo de búsqueda venían trabajando desde hace 17 días en la exhumación de los restos óseos de un osario común, en donde se tenían las sospechas de la presencia de restos de personas víctimas de desaparición forzada en el marco del conflicto armado.
Durante la primera intervención de búsqueda, el Grupo de Apoyo Técnico Forense de la JEP recuperó 171.806 estructuras óseas. De este total, 42, mostraron signos de eventos violentos y fueron remitidas al Instituto Nacional de Medicina Legal para su identificación.
De la cantidad de estructuras óseas encontradas, se identifica la presencia de 113 unidades anatómicas, es decir, 113 cuerpos. Sin embargo, son muchos otros restos que se encuentran allí de forma aislada a una unidad ósea.
La JEP indicó que el equipo de Apoyo Técnico Forense identificó 42 estructuras que presentan signos de eventos violentos asociados al conflicto armado, entre estas varios cráneos, otros restos y una unidad anatómica completa (un cuerpo). Esas 42 fueron remitidas a Medicina Legal para su identificación.
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Esto indica que las más de 170 mil estructuras analizadas pueden corresponder a personas con muerte natural que cumplieron su límite de tiempo legal de sepultura y fueron trasladadas a dicho osario; sin embargo, hay otras que habrían llegado allí de manera ilegal, pues los cuerpos de víctimas fueron depositados sin llevar un control y registro organizado, mezclándolos cuerpos identificados.
Ahora el Instituto de Medicina Legal será el encargado de encontrar la identidad de estos 42 restos óseos para posteriormente corroborar si se trata de los restos de una persona dada por desaparecida en el marco del conflicto.
Los procesos de identificación son de suma importancia para las familias de las víctimas de desaparición, ya que, podría significar el fin a una búsqueda que pudo haber comenzado hace años. Desde el inicio del conflicto armado en Colombia, se estima que son más de 80 mil las personas desaparecidas.