Gabriel Enrique González aceptó que asesinó a su hijo Gabriel Esteban de cinco años en un hotel en Melgar (Tolima). La Fiscalía lo presentó ante un juez de control de garantías, frente al que el hombre reconoció los hechos acontecidos el pasado 3 de octubre, por lo que finalmente recibió medida de aseguramiento en centro carcelario.
González había sido capturado en un primer momento por intentar sobornar a las autoridades que lo interceptaron en la vía que conduce a Girardot (Cundinamarca). El hombre aceptó el delito de cohecho el miércoles y al salir de la audiencia, en libertad, fue recapturado para responder por la muerte del niño Gabriel Esteban, por la que le imputaron el delito de homicidio agravado.
Según versiones preliminares, González le habría confesado a su expareja el asesinato de su hijo mediante un mensaje de WhatsApp e incluso, le envió una foto del menor muerto. “Hora fallecimiento 3:55 am asficcia (sic) mecánica no sufrió. Ahora si puedes disfrutar sola con Edilson y Wesly sin Tricitico ni mucho menos yo. Felicidades”, decía la conversación que circuló en redes sociales.
Le puede interesar: ¿Qué es la violencia vicaria? El caso del niño asesinado en Melgar es un ejemplo de ella
El hombre estaba con el niño porque le correspondía compartir con él durante el fin de semana, un acuerdo al que habría llegado con la madre tras la separación de ambos, que ocurrió hace cinco meses.
La razón que lo llevó a asesinar a Gabriel Esteban fue, según lo que ha trascendido, porque la mujer tenía una nueva pareja. De hecho, así lo dejó ver en uno de los mensajes de whatsapp que supuestamente envió: “Ahí está claro o el Chunco o Gabriel Esteban. Ud escogió al campesino (sic)”.
El hombre ya había sido denunciado por su expareja ante la Comisaría de la localidad de Usme en Bogotá. Cansada del “acoso” al que se estaba viendo sometida por el hombre de 50 años, la mujer llevó el caso a ámbitos legales, lo que terminó en una orden a González para que recibiera terapia psicológica.
