La subteniente Caterine Cano Ávila es periodista y afirma que por vocación “es y será una soldado leal con espíritu de servicio”. Y aunque lleva nueve meses en las filas militares, su destreza la motivó a ser parte del primer pelotón montado femenino del Ejército Nacional.
Son 25 mujeres las que a diario recorren las llanuras de Arauca, Casanare, Vichada y Guainía montadas en caballos con una única misión: aportar a la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, pues cada una de ellas es profesional en diferentes áreas.
“Estamos entrenadas en el dominio y manejo del caballo, para el desplazamiento a zonas rurales de la jurisdicción de la división, para apoyar al campesino a construir la paz y ayudar al labriego en el campo”, explica la teniente Cano.
Y lo hacen a caballo por la facilidad de acceder a zonas rurales de difícil acceso y poner al servicio de las comunidades más alejadas los conocimientos en veterinaria, medicina, derecho y otras especialidades. “Más tarde se buscará consolidar el pelotón para realizar actividades de seguridad y patrullar a caballo y con su armamento”, dijo Cano.
Ni adornos ni floreros
En alguna ocasión, el comandante del Ejército, general Alberto José Mejía Ferrero, aseveró que las mujeres en esa fuerza no son “ni adornos ni floreros”, y por esta razón, el coronel Marco Andrés Rodríguez, comandante de la Brigada 16 las llama “damas de acero”.
“Estas damas de acero, realizarán patrullajes constantes, inicialmente en la ciudad y con la proyección de hacerlo posteriormente en el sector rural; tendrán como misión aportar su grano de arena a la seguridad y el bienestar de los casanareños, ya que todas son profesionales en diferentes áreas del conocimiento”, expresó el alto oficial.
Este pelotón montado femenino está liderado por el general Luis Danilo Murcia Caro, comandante de la VIII División del Ejército y gestor de la iniciativa, y la mayor Adriana Mesa como la oficial de más alto rango de este pelotón de caballería.
Este grupo militar está compuesto por mujeres oficiales y suboficiales de las distintas unidades que conforman la VIII División y según el general Murcia, apoyan las responsabilidades y labores de la caballería colombiana “y con nuestras habilidades aportar a la seguridad en el sur oriente del país”, dijo el general.
Para cumplir con las labores encomendadas, las 25 jinetes militares reciben entrenamiento, junto a sus caballos, dos veces a la semana en las instalaciones de su unidad, para conocer las prácticas ecuestres y, como explican los soldados, al mejor estilo militar, con disciplina y mística, “cumplir con la consigna de proteger a los colombianos”, consigna que desde hace nueve meses lleva en su uniforme la subteniente Cano.