La Procuraduría Distrital de Instrucción de Bogotá anunció que abrió una indagación disciplinaria contra Julián Caicedo Cano –pareja sentimental del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa– por presuntas irregularidades en la celebración de contratos.
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El Ministerio Público señala que Caicedo habría incurrido en la presunta transgresión al régimen de inhabilidades tras haber sido nombrado asesor de la dirección General de la planta global del Instituto Nacional de Vías (Invías), según informó El Tiempo.
El origen de esta indagación radica en que Caicedo ejecutó un contrato por prestación de servicios con la Universidad Pascual Bravo en Medellín (pública) mientras se desempeñaba como funcionario del Invías.
Estos hechos fueron revelados por el portal La Silla Vacía, en los que señalaron que aceptó el nombramiento en la entidad nacional, pero siguió celebrando el contrato con la universidad a pesar de que debió haber pedido el fin de dicho contrato, ya que es prohibido por la ley que un funcionario público celebre contratos con el Estado.
En ese sentido, al haber realizado las dos actividades laborales al tiempo pudo haber incurrido en una falta disciplinaria.
En la orden de abrir indagación del ente de control se señala que hubo un “presunto incumplimiento de las funciones misionales a cargo del señor Carlos Julián Caicedo Cano (...) al observarse que paralelamente al tiempo en que debía cumplir con estas, aparecen fotos de múltiples viajes nacionales e internacionales en la plataforma social Instagram”.
El contrato que firmó Caicedo con la universidad tuvo un valor total fue de $25.995.424, con un pago mensual de $6,9 millones, tenía un plazo de ejecución de 113 días y el objeto era “realizar acompañamiento estratégico” en un contrato interadministrativo celebrado entre la Secretaría de Desarrollo Económico del Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación de Medellín y el Pascual Bravo.
Esta decisión llega en medio de los cuestionamientos que han caído sobre el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, por cuenta de un apartamento en una zona exclusiva del norte de Bogotá que compró al petrolero colombo-italiano, Serafino Iacono, exdirectivo de Pacific Rubiales.
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