Contrario a lo que muchos proyectaban, a última hora la carrera más taquillera por el poder regional se vivió en el frente de Gobernación y no en el de Alcaldía. El sinsabor tras el paso de Daniel Quintero por la Alpujarra dejó la mesa servida para que Federico Gutiérrez afronte hoy los comicios como el indiscutible puntero en todas las encuestas.
Cosa distinta ocurrió con el cargo que dejará vacante Aníbal Gaviria: aunque hay analistas que inclinan la balanza hacia el exgobernador Luis Pérez, por la maquinaria que puede mover, a la hora de contar los votos pueden dar sorpresas el uribista Andrés Julián Rendón y el oficialista Luis Fernando Suárez.
La última encuesta de medios conocida la publicó este viernes la Silla Vacía y pone en primer lugar a Andrés Julián Rendón, con 37,3%; en segundo lugar a Luis Fernando Suárez con 15,9% y en tercer lugar a Luis Pérez con 15,3%. La encuesta es de Atlas Intel, una firma con sede en Brasil, calificada como una de las mejores encuestadoras en Estados Unidos, según ese portal, y la más precisa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2020, en el plebiscito de Chile en 2022 y en la primera vuelta de 2023 en Argentina.
Habrá que ver en qué medida esta encuesta, que tiene una tecnología digital innovadora, logra medir el voto de maquinaria, que en teoría es el fuerte de Luis Pérez y de sus aliados, los barones electorales Julián Bedoya y Carlos Andrés Trujillo. Sin embargo, serán las urnas las que den el veredicto.
Hasta este viernes registramos sorpresas en la que fue una campaña desgastante por la cantidad de candidatos (comenzaron 11 y ahora quedan 9) y por los intentos fracasados de hacer una alianza entre los candidatos que pretenden impedir el triunfo del petrismo en Antioquia.
Lo que proyectaban los conocedores era que hoy asistiríamos a un enfrentamiento entre dos bloques: uno favorable al gobierno del presidente Gustavo Petro con tres candidatos: Luis Pérez, Julián Bedoya y Esteban Restrepo; y del otro lado, el bloque antiPetro, liderado por Rendón y con pasajeros como Suárez, Gómez y Mauricio Tobón. Pero el cálculo se concretó a medias porque no hubo estadística que sirviera para que terminarán en el mismo bus.
Al final, estos últimos solo lograron que, hace unas semanas, el liberal Eugenio Prieto se uniera a Andrés Julián Rendón; y en la noche del viernes, el conservador Juan Diego Gómez se bajara de su aspiración para respaldar a Luis Fernando Suárez. De tal suerte que el llamado bloque antiPetro quedó dividido en dos.
Mientras que del otro lado, Pérez llega recargado porque aunque Esteban Restrepo no se bajó —la carta directa de Quintero—, allí sí aterrizó Bedoya a ocho días de la elección. Analistas dicen que este apoyo de Bedoya puede ser crucial, porque llega con otros senadores como Carlos Andrés Trujillo, y sus estructuras políticas especializadas en afinar el voto en las regiones.
El bloque antiPetro no consiguió limar asperezas y de hecho el golpe del viernes terminó de fragmentar la ya enredada relación entre Suárez y Rendón. Contamos en estas páginas que la bajada de Gómez se gestó en una reunión maratónica en el mall Interplaza de El Poblado. El encuentro resultó en humo blanco y la decisión terminó siendo anunciada el jueves en la noche en el último debate programado por Teleantioquia. Rendón tomó la movida como una redada, como “un ataque de hienas en contra de un león a pocas horas de elecciones”. Y aunque llamó al reforzado Suárez a que se le uniera, el tono que usó luego de la intempestiva alianza pareció zanjar toda posibilidad de conversación.
De esa forma, por votos que podrían haber terminado en la misma bolsa hoy compiten Rendón, Suárez y Tobón, protagonista del fallido Pacto de Indiana y quien, para altas fuentes, fue la rueda suelta que nunca estuvo interesada en bajarse o sumarse a ninguna coalición.
Justo el viernes una fuente de su círculo confirmó que su presencia en otra reunión de la semana pasada, la programada en el Poblado Plaza, fue solo una cortesía —gesto por el que no pasó Rendón, que no asistió— porque interés de unión no había.
La guerra fría paisa
Pero esto es solo lo que ocurrió en la última semana. Hay que decir que el arranque de la puja por la Gobernación fue un intento provinciano de Guerra Fría. Pérez no hizo oficial su candidatura hasta que Federico Gutiérrez se decidió para la Alcaldía. En principio se proyectó que el exgobernador esperaría la movida del exalcalde para decidir a qué lanzarse y así ocurrió.
Gutiérrez formalizó su aspiración en la primera semana de julio y Pérez, quien se iba enredando por cuenta del aval, firmó papeles en la Registraduría en la última semana habilitada para la inscripción.
Justo en ese momento se supo que el discurso de la campaña regional se libraría a dos bandas, con Gutiérrez en Medellín como rostro opositor a Petro, y con Pérez en el resto del departamento, cargando sobre sus hombros el hecho de haber apoyado a Petro en las presidenciales e incluso haber estado a punto de ir a una consulta con el hoy presidente en la pasada elección.
La salida de Pérez al ruedo fue el insumo para que desde muy temprano se fraguaran intentos de coalición entre Rendón, Prieto, Gómez y Tobón.
El primer intento fallido fue el de Indiana, que se reventó por las diferencias que Tobón generaba al interior. De hecho ese fue el argumento para que Suárez, el oficialista, no entrara desde el momento cero a la conversación. La apuesta era sacar de allí a un candidato que luego se midiera con Suárez y de esa forma darle una cara a los antiPetro en la carrera. Pero eso no ocurrió. O sí, pero parcialmente.
Lo que vino luego fue el intento del pacto de San Fernando, entre Suárez y Prieto, pero ese tampoco se concretó. Lo que sí cuajó fue la alianza entre Rendón y Prieto, que se definió a finales de agosto con un mecanismo de encuestas que dejó al primero como ganador.
Pero esa búsqueda de candidato único entre Rendón y Prieto estuvo ambientada por una tormenta política que fragmentó por completo al Partido Liberal. A pesar de que Julián Bedoya podía mostrar más votos en su equipo político, a César Gaviria, jefe natural de los liberales, no le gustó ni poquito que la facción de Bedoya, la de la Renovación, hubiera sido la encargada de moverse en favor de Petro en el Congreso cuando se discutían sus reformas más neurálgicas. La representante a la Cámara de Julián Bedoya fue definitiva para que no se hundiera la reforma a la salud de Petro en el Congreso. El aval liberal que Prieto y Bedoya se pelearon a punta de misivas firmadas por congresistas y cacaos de diferente lado, lo ganó el primero.
Esa decisión le enderezó el camino a Prieto pero se lo enredó a Bedoya. Mucho se especuló sobre su bajada porque fue de los pocos que no recogió firmas —igual que Pérez—, previo a que la campaña entrara en calor. Con los tiempos de la Registraduría encima, cuando muchos proyectaban su salida del cuadro por falta de aval, el exsenador revivió su aspiración gracias a un partido de origen palenquero, afincado en el Atlántico, y hay que decir que le metió candela a su campaña hasta hace poco más de ocho días, cuando sorpresivamente decidió bajarse para trasladarle toda su maquinaria a Pérez.
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Todavía muchos se preguntan por qué se bajó Bedoya de su aspiración de un momento a otro. Y sobre todo cuando había invertido tanto dinero en concentraciones, eventos e incluso en las tabletas electrónicas que repartió a 300 periodistas comunitarios el día que hablo por primera vez de su candidatura a la Gobernación. En ese entonces anunció que lo apoyaría el senador Carlos Andrés Trujillo. Se juntaron dos caciques electorales, sin embargo, Bedoya no parecía despegar en opinión, entre otras cosas porque su investigación por presunto fraude en la obtención del diploma de abogado sigue haciendo trámite y ruido en la opinión.
Con respaldos como este, el exsenador Bedoya se mantuvo hasta último momento en la contienda. Era evidente que le competía votos a Luis Pérez, pero su despliegue logístico en las regiones y los apoyos organizativos de concejales e incluso alcaldes en ejercicio asustaron a más de uno. La cosa es que nunca despegó en las encuestas: para muchos falta de pericia de las mediciones estadísticas para interpretar la maquinaria; para otros, una pérdida evidente ante el voto de opinión que es mayoría en Medellín y la región metropolitana.
Tras la entrada a juego de Pérez y Bedoya parecía complejo que otro candidato sacara la cabeza entre el pelotón. Pero fue ‘Fico’ quien le metió ritmo en septiembre a los fallidos diálogos en el bloque de centro derecha y derecha apoyando públicamente a Rendón. El candidato ya había asumido las banderas del Centro Democrático y el abrazo del exalcalde, factor que incluso comenzaron a analizar en sus mediciones las campañas rivales, lo catapultó. No sobra recordar que ‘Fico’ sacó hace apenas un año más de 1’300.000 votos en Antioquia, con muchos menos votos sale elegido un gobernador en este departamento.
Con ese impulso, el exalcalde puso a los demás candidatos a remar hacia Rendón, pero solo Prieto llegó. Entre otras cosas porque a pesar de lo que decían de dientes para afuera, todo parece indicar que ni Rendón ni Suárez tuvieron nunca la intención de declinar.
La campaña de Luis Fernando Suárez, quien fue el relevo de Aníbal Gaviria en la gobernación durante varios meses, se enfrió luego del abrazo de ‘Fico’ a Rendón. En ese momento, muchos dieron por sepultada su aspiración y vaticinaron que era casi imposible una alianza Rendón-Suárez. Dicen fuentes de estas campañas que los egos fueron protagonistas y que por eso ninguno se bajó. Pero varios tintos negados de parte y parte terminaron de enrarecer una relación que cargaba con disgustos del pasado: Suárez tuvo palabras desobligantes para Gutiérrez hace un par de años y esa relación no pareció quedar en buenos términos.
Andrés Julián Rendón parecía ir con ventaja en materia de golpes de opinión, hasta cuando Bedoya decidió apoyar a Luis Pérez luego de una maratónica jornada de reuniones en el Dann Carlton la semana pasada. No es fácil saber si además de votos que le suma por maquinaria, le puede también restar por las polémicas que rodean a Bedoya y sobre todo porque con la llegada del ex senador se refuerza la idea de que es la campaña más cercana al presidente Petro.
Graduaron a Petro como enemigo
Bedoya se dedicó a recorrer las regiones y a sumar apoyos de candidatos a Alcaldía como Liliana Rendón y Albert Corredor. Pérez, por su parte, parecía desplegar una campaña reservada, que aunque con buena plata no escapaba a las reuniones con viejos zorros de la política, además del graneo de apoyos como los que logró esta semana: Deicy Bermúdez y Gilberto Tobón, también candidatos a Alcaldía, y Robinson Giraldo, quien renunció a su aspiración por Gobernación.
En la contienda revivió el fantasma del federalismo y se acudió a una retórica de agravios al mejor estilo de los compatriotas que se embarcaron hace dos siglos en la independencia nacional. Se habló del gobierno Petro como un “enemigo externo”, de una avanzada de su administración para sitiar a Antioquia y de un evidente desdén por darle vía libre a movidas como la intervención de Savia Salud, la pérdida de autonomía en la operación minera, la negativa de plata para terminar las 4G y la más reciente intervención de Comfenalco.
Pese a esto, y a que finalmente Pérez es el candidato que más suave se ha mostrado respecto a las posturas del gobierno Petro, el bloque contrario al presidente llega más que atomizado a la elección. Porque aunque la lectura es de filigrana, la bajada de Gómez para apoyar a Suárez no parece beneficiar a otro candidato que al exgobernador porque congresistas de alto peso que antes estaban con Gómez ahora hacen sus apuestas del lado de Pérez. La cosa es que hasta ayer se conocieron mediciones y en algunas Rendón aparecía como triunfador. La elección está abierta: Rendón, Pérez o de pronto Suárez.