Un ejemplar de lora frentiamarila fue entragado al Área Metropolitana. El animalito, denunció la autoridad ambiental, estuvo encerrado por más de una década en un jaula diminuta, consecuencia de ello, el ave se deterioró y padeció estrés crónico que la llevó a la muerte.
“Es otro terrible ejemplo de las consecuencias de la tenencia ilegal de fauna silvestre. Durante más de una década, esta hermosa ave se vio forzada a vivir en un espacio confinado”, denunció la autoridad ambiental en sus redes socuales.
En las imágenes compartidas se observa que la lora estaba desplumada y con aparentes lesiones en sus patas. De acuerdo con el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre CAVR, la ave adquirió un comportamiento autodestructivo conocido como picaje.
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“Este hace que las aves se arranquen una a una sus plumas hasta dejar áreas expuestas en su cuerpo, es una manifestación directa del estrés crónico y la ansiedad a la que se ven sometidas”, explicó la autoridad ambiental del Valle de Aburrá.
Desde el Área Metropolitana advirtieron que la fauna silvestre en cautiverio puede desarrollar enfermedades físicas y mentales por las condiciones a las que son sometidos. Algunos de los ejemplares padecen malnutrición, deformidades físicas y trastornos del comportamiento.
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“La extracción indiscriminada de fauna silvestre tiene efectos devastadores en los ecosistemas de los que provienen. La reducción de poblaciones loras silvestres impide que realicen sus funciones biológicas, entre las que están la esparción de semillas, afectando la salud y la estabilidad de los ecosistemas que cohabitamos”, advirtió el Área Metropolitana.
La especie del ejemplar rescatado puede llegar a medir hasta 36 centímetros. Su color, principlamente, es ver con la frente y la coronilla amarilla. Estas loras se encuentran desde Honduras hasta Perú, Bolivia y el Amazonas brasileño.
En Colombia, hay registros de estas loras en el Chocó, la región Caribe y en otros departamentos como Huila, Caquetá, Putumayo y Santander.
No hay evidencia de que las loras habitaran naturalmente el Valle de Aburrá, sin embargo, es posible observar algunas bandadas de estos animales en zonas arborizadas como los campus universitarios de la Universidad de Antioquia, UPB y EAFIT. Estos animales, probablemente, fueron liberados o escaparon de su cautiverio.